El otro Gutiérrez Barrios
•El policía-político
•Pacificó Veracruz en 40 días
UNO. El otro Gutiérrez Barrios
Se cumplieron veinte años de la muerte de don Fernando Gutiérrez Barrios el 30 de octubre. Y cada uno lo recuerda. Pero sin duda, el más grande logro de su vida pública fue pacificar Veracruz en los primeros cuarenta días como gobernador, tiempo cuando acabó con “La Sonora Matancera”.
Luis Velázquez
Durante el sexenio anterior, aquel grupo delincuencial asoló Veracruz. Robos en las ciudades y en las carreteras, secuestros, desapariciones, crímenes.
Incluso, los pistoleros de aquella banda cobraban cincuenta mil pesos por matar a un enemigo, un adversario.
DOS. Equipo policiaco de primera
Don Fernando llegó a la gubernatura con un equipo policiaco pesado y que provenía de la llamada Guerra Sucia, el combate de los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez en contra de los guerrilleros, disidentes y opositores.
Pero, bueno, si el presidente Miguel de la Madrid Hurtado inclinó la balanza por Gutiérrez Barrios para la gubernatura se debió, entre otras razones, a que era un policía político y un político policía.
Y en aquel entonces, nadie con su experiencia y conocimiento y dominio y liderazgo para acabar con el tsunami de violencia.
TRES. El cacique de Huayacototla
A los siete días de la toma de posesión, un cacique se le puso “de pechito”.
Fue Luis Rivera Mendoza, de Huayacocotla, en la sierra de Chicontepec. Con sus sicarios emboscaron a una familia y mataron al padre y la madre y dos hijos, uno de ellos, un bebé en brazos de su señora madre.
Ese mismo día, Gutiérrez Barrios envió a Huayacocotla a su equipo pasado para rastrear la pista de los asesinos.
Los detuvieron. Y al día siguiente, en la mañana, temprano, el cacique y sus pistoleros fueron encaramados a un carro de carga custodiados por patrullas policiacas y un helicóptero y trasladados al penal de Pacho viejo.
Luego, el góber se fue contra los otros caciques y también detuvo.
Uno de ellos, Toribio “El toro” Gargallo huyó de Veracruz antes de su captura.
Hacia el diez de enero del año 1987, 40 días después de tomar posesión, simplemente, Veracruz amaneció respirando otros vientos.
Dante Delgado relevó a don Fernando cuando se fuera de secretario de Gobernación de Carlos Salinas y le tocó proceder contra “El toro” Gargallo cuando en un fuego cruzado con la policía perdiera la vida.
CUATRO. El México rudo y duro
En el altiplano, Gutiérrez Barrios topó con el movimiento estudiantil del 68 y con el 10 de junio de 1971, con Los Halcones, el grupo de choque que siempre se acreditó a Luis Echeverría incluido, por cierto, en la película “Roma” de Alfonso Cuarón.
También le tocó la huelga de médicos del Seguro Social.
Y ni se diga la detención de Demetrio Vallejo, el líder ferrocarrilero, y del pintor David Alfaro Siqueiros, internados en el penal de Lecumbérri.
Y la lucha contra la Liga 23 de septiembre, cuando secuestraban a empresarios para avenirse de recursos, y en donde participaba un hijo de la señora Rosario Ibarra de Piedra.
CINCO. Un góber fuera de serie
Y ni se diga la captura de Fidel y Raúl Castro Ruz y de Ernesto “El che” Guevara cuando entrenaban en un rancho del Valle de México, preparando la invasión a la Cuba del dictador Fulgencio Batista.
Entre otros hechos singulares del país.
Entonces, cuando llegó a Veracruz para ejercer el poder estaba listo, pulido y vuelto a pulir para acabar con el tsunami de violencia de la época.
Nunca antes, ni después, un gobernador así.