Cuatro. Al momento, 5 reporteros ejecutados, uno, decapitado, y otro degollado, y los asesinos físicos e intelectuales volaron al cielo, quizá al infierno, como en la novelística de Gabriel García Márquez.

LUNES
Regadero de impunidad

Cinco. Más de cuarenta políticos asesinados en los últimos casi tres años. Y los homicidas físicos e intelectuales en el limbo. Los dos últimos, de izquierda. Grodet Ríos Andrade, líder del PT en Córdoba, y José Escamilla Aguilera, regidor electo de MORENA, en Córdoba.
Seis. Veracruz, alternando en el campeonato nacional de feminicidios con el Estado de México y Jalisco. Y sin embargo, el principio popular de que “la impunidad mata”, reproduciéndose en surco fértil. Entre más impunidad, más los criminales físicos e intelectuales “crecen al castigo”.
Incluso, feministas, activistas, académicas, familiares de mujeres secuestradas, desaparecidas y asesinadas, en marchas de protesta, discursos incendiarios, boletines de prensa, declaraciones a la prensa, foros, reclamando justicia.
Siete. En el mes de septiembre del año 2019, Jorge Wínckler Ortiz, fue destituido como Fiscal General y emitida una orden de aprehensión. Desde entonces, prófugo de la justicia, quizá viviendo “a salto de mata”. Y la Fiscalía General, en su decibel más alto de impunidad, incapaz de lograr su captura.
Ocho. Veracruz huele a pólvora y sangre. En los casi tres años de la 4T, un total de 6 mil 179 (ciento setenta y nueve) asesinados. Más de mil 400 (cuatrocientos) cometidos este año. La mayoría, en la impunidad.

MARTES
Veracruz huele a pólvora y sangre

Nueve. Crímenes espeluznantes, en el limbo. Mejor dicho, en la nada. Y la nada es nada. Nada de justicia.
Entre otros, los múltiples asesinatos en un salón social en Minatitlán, y en donde, incluso, por la tirotiza muriera un bebé en manos de su madre. Y en Coatzacoalcos, en el bar “Caballo blanco”.
Al momento, los asesinos físicos e intelectuales en la impunidad.
Diez. Más de cuarenta niños asesinados. Más de veinte ancianos ejecutados. Unos 5 sacerdotes asesinados, sobre todo, en Poza Rica. Unos cuarenta taxistas asesinados. Cuarenta miembros de la comunidad sexual, asesinados.
Y en la mayoría de los casos, quizá todos, impunes. Simple y llanamente, impunes.
Digamos, como si fuera el estilo personal de ejercer el poder y gobernar de la Fiscal General.
Y el góber, feliz, contento, con su Fiscal General.
Más dichoso su padrino, el secretario General de Gobierno, el bienhechor de Otatitlán, su pueblo.

MIÉRCOLES
Principio de Peter

Once. Veracruz, el reino del feminicidio.
Mujeres secuestradas y hasta en sus casas, desaparecidas, torturadas, quizá ultrajadas, asesinadas y abandonados los cadáveres en la vía pública, a orilla de carreteras y caminos, y en medio de cañaverales, y arrojadas a barrancas.
Y a pesar de la saña y la barbarie, la alevosía, ventaja y premeditación con que fueron ejecutadas, cero procuración de justicia.
La Fiscal General, con los Fiscales Regionales, con la Policía Ministerial, con los detectives, en el principio de Peter.
No pueden. El cargo les ha resultado demasiado grande. Los carteles y cartelitos, los malandros y malosos, los sicarios y pistoleros, dueños del día y de la noche en Veracruz.
Y es que el único aval de un político, de un funcionario público, son los hechos.
Doce. Insólito. El eje rector del obradorismo es el combate a la corrupción. Y en Veracruz, doscientas denuncias penales del ORFIS en la Fiscalía General contra montón de políticos, en el reposo.
Será porque las denuncias son, o serían, insustanciales. Sin peso y con peso para proceder.
Sería, quizá, y lo que resulta difícil aceptar, reality-show.
Pero si el Orfis ha puesto el asunto en el palenque público en repetidas ocasiones, incluso, alardeando, entonces, la Fiscalía General evidenciada.

JUEVES
Exposición de Feminicidas

Los Colectivos, integrados con padres con hijos secuestrados y desaparecidos, quizá asesinados, las ONG, las académicas y “Las Brujas del Mar” han efectuado exposición gráfica itinerante con las fotos de las mujeres desaparecidas y con las fotos de los (presuntos) feminicidas.
En el caso de los feminicidas, el nombre completo, y el nombre de la víctima, y el lugar del asesinato y la fecha.
Incluso, en el mes de diciembre del año 2020, el segundo de la 4T en Veracruz, levantaron árboles navideños con las fotos del mayor número de desaparecidos en varias regiones geográficas del Estado jarocho.
Entonces, la población electoral se pregunta si los Colectivos y ONG pudieron integrar la galería de feminicidas con todo y adolecer de recursos para operar, resulta inexplicable la manifiesta incapacidad de la Fiscalía General para cumplir la tarea en el llamado Estado de Derecho.
Y cumplir la tarea significa apretar el botón nuclear para rastrear la pista de los feminicidas y detenerlos y someterlos a proceso penal y sentenciarlos.
Más porque de por medio está el respeto y la confianza ciudadana a la 4T en Veracruz a partir de un buen gobierno.

VIERNES
Niños huérfanos. Parejas viudas

El jueves 21 de octubre, a la 1:30 de la madrugada, llovía y llovía y seguía lloviendo en la ciudad jarocha. Incluso, con truenos. Sin llegar a los relámpagos. Apenas por ahí un estallido de luz.
Entonces, en el insomnio el viejito del barrio pensó, sintió, que el trío de graves pendientes sociales en Veracruz son los siguientes:
Uno. El desempleo galopante, inédito en la historia estatal, agravado por el COVID y la recesión.
Dos. El dolor y el sufrimiento por tantos muertos en Veracruz en los últimos tres años.
Y tres. La impunidad. La impunidad por los crímenes. Pero también, la impunidad por tanta corrupción política con todo y denuncias penales en la Fiscalía General.
Y aun cuando cada pendiente encarna un pesado fardo cargando en la espalda camino al Gólgota, el más duro y rudo es el siguiente: Los niños huérfanos. Las parejas viudas. Y los padres ancianos, dejados a la deriva económica y social.
Importante el número de muertos y la impunidad. Pero mucho más, los niños huérfanos, con un destino social imprevisible, por lo regular, ligado a la adversidad, el mal fario y el peor karma.
“Aquí mando yo” constituye el alarde fantasmagórico más depredador de la 4T en el Estado jarocho.
Ni modo, la oportunidad de oro para ser y trascender diluida en las cañerías.
Claro, en la 4T tienen otros datos.
“Ta’güeno”.