Club de lectores
•Entre reporteros se leen
•Y se tiran incienso
UNO. Escribir para otros reporteros
En el periodismo existe una verdad universal. Los reporteros escriben únicamente para ser leídos, primero, por colegas. Segundo, por uno que otro jefe de prensa y uno que otro político. Y tercero, por algún lector despistado que todavía suele creer, digamos, en la libertad de prensa.
Luis Velázquez
Por eso, cuando por ahí aparecen mesiánicos de la palabra escrita festinando que desde el periodismo están cambiando el mundo y enaltecido la calidad de vida de los indígenas, campesinos y obreros, caray, quizá se vuelven la encarnación viva y a todo color de la demagogia barata y ramplona.
DOS. Lucha inútil…
Bastarían dos referencias. Una, don Julio Scherer García.
Desde Excelsior como reportero y director general y como fundador y director general del semanario Proceso, su lucha histórica, legendaria y milenaria en contra de la corrupción política, los abusos y excesos del poder, el tráfico de influencias, el conflicto de intereses, la soberbia priista, el enriquecimiento tan ilícito como inexplicable, incluso, hasta el secuestro, desaparición, asesinato y fosas clandestinas.
Y don Julio Scherer murió y el país, antes y después, ha seguido igual o peor.
Ni siquiera, vaya, logró con su periodismo mejorar la calidad de vida de un pueblo, una ranchería, una comunidad.
TRES. Preso 41 ocasiones
En 41 ocasiones, el dictador Porfirio Díaz Mori encarceló, incluso, hasta en prisiones de Estados Unidos, a Ricardo Flores Magón.
Flores Magón desde el periódico “Regeneración” y desde su partido político, el Liberal Mexicano, luchó contra el dictador.
Pero también, para restablecer la dignidad de los indígenas y los campesinos y los obreros.
Padeció pobreza y miseria, y peor, su familia, su esposa y una hija.
La mitad o más de su vida la pasó tras las rejas.
Incluso falleció en una cárcel de EU, unos dicen que fue muerte natural, pero otros, acuchillado.
Y hacia su muerte, nada logró para su familia ni para la población jodida ni para el país.
Algunos teóricos celebran que Flores Magón sembró la semilla para tumbar a Porfirio Díaz.
“Ta’güeno”.
CUATRO. Ninguna mejora social
Queda claro que el periodista informa. Es su chamba y trabajo.
Pero mucho se duda que informando a los ciudadanos de a pie y a la población electoral, la vida individual y colectiva haya mejorado.
Más aún, que las tribus políticas ejerzan el poder con honestidad. Simple y llanamente, con honestidad. Y el respeto a los derechos humanos.
CINCO. Bajo índice de lectura
Además, han de cuantificarse los lectores de un periódico impreso y digital y de los noticieros de radio y televisión.
Un dato: hay en Veracruz 8 millones 150 mil habitantes. La mitad, digamos, niños y ancianos, y quienes, “veinte y las malas” quizá, apenas, apenitas, un mínimo porcentaje lee periódicos.
Y del resto de la población, jóvenes y gente madura, mucho se duda que los 4 millones lean medios.
Ni modo, por ejemplo, que el millón de indígenas y los dos millones de campesinos de Veracruz hayan leído la nota de 8 columnas de la captura del último secretario de Finanzas y Planeación de Javier Duarte, Antonio Gómez Pelegrín.
SEIS. Peores que Pinocho
Por eso, que “nadie se haga bolas”, los únicos lectores de los reporteros son otros reporteros y uno que otro jefecito de prensa y uno que otro político.
Y si hay quienes alardean tener 4, 5 millones de lectores en su periódico y seguidores en las redes sociales son peores que Pinocho.
Incluso, los periodicazos han perdido efectividad para matar moscas…
Nieves Sánchez Gomez 24 Oct, 2021 - 14:23
Desalentador sin embargo Sabio y Cierto Mi Querido y Admirado Maestro.