Marcial Maciel, por ejemplo, fue condenado por los Sumos Pontífices, Juan Pablo II y Benedicto XVI, a vivir en un monasterio rezando para que Dios lo perdonara.

PASAMANOS: La historia de los abusos es vieja, antigua, histórica, bíblica casi.
Por ejemplo, en el año 2000, el periódico Boston Globe, ganador del Premio Pulitzer, publicó una serie de reportajes de las locuras sexuales de los sacerdotes en Boston, y en donde 249 (doscientos cuarenta y nueve) curitas habían ultrajado a más de mil 500 niños.
Incluso, el obispo lo permitió y cuando el escándalo en las ciudades trascendía hasta con la sublevación de los feligreses, únicamente los cambiaba de adscripción, pero sin ningún castigo.

CORREDORES: 4 reporteros de investigación fueron asignados al tema. Las cúpulas eclesiásticas, los políticos y los alumnos influyentes egresados de los colegios religiosos presionaron al cuarteto de periodistas y al cuerpo directivo para dar marcha atrás.
Y se mantuvieron.
Y publicaron el reportaje entrevistando a más de mil sobrevivientes, cada uno que les contó su historia ruin y miserable.
Poco a poco la investigación se fue extendiendo y alcanzó muchas ciudades de Estados Unidos y Francia y de México.
Gracias a los reportajes aquellos, el Obispo fue renunciado, pero, insólito, de Boston concentrado en Roma en el equipo de altos estudios eclesiásticos.

BALCONES: Aquella historia fue llevada al cine. Se llamó “En Primera Plana” y el cuarteto de reporteros fue interpretado por Rachel McAdams, Michael Keaton, Marf Búfalo y Leiv Schreiber.
El filme ganó varios Oscares. La mejor película. El mejor reparto. El mejor guión original.
Un solo sacerdote, John Geogham, había ultrajado a ochenta niños, y a pesar de la inconformidad y denuncia de los padres de familia, nunca el Obispo procedió.
A pesar, incluso, de que las denuncias llegaron al Vaticano.
Fue hacia el año 2000, la película filmada en el año 2015.
De entonces a la fecha, los escándalos de los Ministros de Dios continúa imparable como el peor cáncer social y sicológico de la iglesia.
Y aun cuando el Papa Francisco I ha publicitado fotos donde hincado ante el altar está llorando por los niños ultrajados y también pidiendo perdón al cielo por los sacerdotes pedófilos, nunca un castigo ejemplar, para que, entre otras cosas, los curitas sean procesados por la vía penal y enviados a un reclusorio para enfrentar la ley de Talión, el único destino que han de tener.

PASILLOS: Por el contrario, y como la iglesia es poderosa, y poderosa hasta con la excomunión, muchos políticos se han tendido a su piso y tirado incienso a su paso.
Incluso, cuando los curas pederastas han sido llevados a juicio penal, como en Roma con el sacerdote Enrico Radice, de 72 años, fueron absueltos.
Y casi casi, los jueces les pidieron perdón por tantas molestias.
Los curas, privilegiados por los políticos por encima de los niños, las víctimas, muchos, la mayoría, traumados.
Por eso, entre otras razones, la iglesia católica cada vez pierde más feligreses y hay quienes, vaya, se vuelven ateos.