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Malecón del paseo
Sábado 16 octubre, 2021

Ganarse la vida

•Vendedor de helados
•Esquites y tamales
•¡Oh, COVID y recesión!

EMBARCADERO: Si es cierto que “más cornadas da el hambre”, entonces la necesidad y la imaginación de Simón N., despedido por la recesión y el COVID en un comercio local donde laboraba ha alcanzado dimensión descomunal... Padre de familia, 35 años, con tres hijos, todos de escuela primaria, asestó una vuelta a su vida y lleva el itacate y la torta a casa de la siguiente manera

Luis Velázquez

De lunes a domingo, hacia el mediodía vende helados en el barrio… En la tarde, vende esquites… Y los viernes, sábado y domingo, también tamales… Y, claro, su esposa lo ayuda en la cocina…

ROMPEOLAS: Y de seguro (ojalá) le va bien porque ahí sigue… Incluso, en el fraccionamiento está considerado como el precursor de la venta de helados, esquites y tamales, pues nunca antes un comerciante informal así… A nadie, claro, solicitó permiso… Simplemente, un día y otro y otro apareció y unos diez meses después ha continuado… Incluso, en la colonia popular donde vive creó la primera sucursal de sus helados y hasta un empleado tiene…

ARRECIFES: Trabajaba en una tienda de ropa en plaza comercial y diez años después, ni modo, le llegó el mal fario y el peor karma… Y por la recesión bajaron el telón y liquidaron, más o menos, a todos… Ahora, y para su ventura, es su propio patrón con su negocio particular, consciente y seguro que por ninguna razón, por más poderosa que sea, puede cruzarse de brazos si le cayera una enfermedad o tuviera un accidente… Si trabaja, habrá dinerito en casa para comer y vivir… Y si deja de chambear, el mundo se le irá encima…

ESCOLLERAS: Desde luego, antes de lanzarse al comercio informal anduvo tocando puertas con una esperanza laboral… Pero todas, cerradas… Incluso, el reporte de comercios a punto de quebrar, despidiendo personal, quedándose con el básico… Y conforme la liquidación que recibiera se agotaba, su ángel de la guarda se le apareció en voz de su señor padre y se lanzó a la aventura… Vende los helados, esquites y tamales en una motocicleta habilitada con los elementos de trabajo… Y lo importante es que, primero, la morrallita está cayendo en casa, y segundo, que poco a poco, pian pianito, ha acreditado el negocito y hasta clientes seguros leales y fieles tiene ya…

PLAZOLETA: Simón N. elabora los helados y los esquites… Y la esposa, los tamales… Y en la vecindad donde viven en la colonia popular, han creado y recreado clientela… Y la señora atiende el changarrito en casa… Incluso, los 3 hijos suelen despachar los helados a sus amigos, vecinos y compañeros y lo miran como una diversión, además, de sentirse útiles en la causa familiar… La familia completa, entonces, “echando la carne al asador”… Ahora, más unidos que nunca porque son partícipes… Y todos están contentos de estar juntos y trabajar con el mismo aliento… El COVID, pues, y la recesión, son maravillosos…

PALMERAS: Para fortuna de Simón N., ningún otro vendedor ha entrado al fraccionamiento… Se ignora si entre ellos se respeten las parcelas, digamos, de poder, incluso, hasta se las repartan… El caso es que está solo en el mercado cautivo y como con su pareja tiene buena sazón, entonces, la demanda está garantizada… Por lo pronto, anda con la inquietud de extenderse a otras colonias y fraccionamientos, seguro de que los vientos torrenciales en contra de muchos son favorables para su familia…


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