Es la historia de una mujer divorciada en la plenitud de la vida, con dos hijos ya casados, con vida aparte, y que de pronto, se descubre y mira a sí mismo en la más canija, dura y ruda soledad.

DOS. Hacerse compañía

Entonces, en momento estelar decide combatir la soledad que tanto le carcome en el día, con todo y que trabaja, pero más aún en la noche cuando está sola en su recámara y en su alcoba y cuando ni siquiera el gatito de un vecino le cura las heridas abiertas del corazón y las neuronas.
Su primera y única estrategia es irse a las discotecas pues le fascina bailar.
Y va, claro, en abierta conquista de hombres, igual que ella, solos, para, digamos, descubrirse y redescubrirse y hacerse compañía.

TRES. Un hombre solo

La soledad llega a tanto que en repetidas ocasiones nunca encuentra una pareja en la disco.
Y con unas copitas se pone a bailar sola, en el centro de la pista. Y baila y baila, sin que ningún hombre se acerque.
En una de esas, se va a la barra y pide una y otra copa. Y de pronto, a un lado, descubre un hombre que la mira. Es un hombre, además, y para su fortuna, que se declara divorciado. Y se confiesa un hombre solo.
Y el hombre cuaja en el corazón y el deseo de ella, Gloria Bell, y bailan en la pista.
Y bailando se encuentran y terminan en la casa de ella haciendo el sexo de manera intensa, volcánica y frenética en la madrugada.

CUATRO. La gran estafa

Ella siente renacer. También, digamos, el hombre. Y la relación se vuelve más íntima. Y ella lo acerca a su familia, su hijos, incluso, con su ex pareja quien tiene otra pareja.
Pero de pronto, ni modo, así es la vida, ella descubre que el hombre aquel es un mentiroso y lo investiga.
Y confirma la corazonada. El hombre está casado y con hijos y vive con su familia.
Julianne Moore, interpretando a Gloria Bell, cae en la más canija y desastrosa soledad.
Entonces, y luego de semanas de confinamiento, se cura y libera, y vuelve a la discoteca.
Pero ahora, decidida a disfrutarse a sí misma y a bailar sola en el centro de la pista.
Totalmente sola, sin permitir que nadie se acerque.
El baile es su forma de combatir y ahuyentar y corretear la soledad.
Y trabaja con más ganas y entrega y pasión y lealtad.
La película está en Prime-Video.

CINCO. Sentirse solo

Aun cuando los encuestadores aseguran que hay más hombres que mujeres solas, el viejito del barrio deja un empate.
Más, en el tiempo de la liberación femenina, cuando cada mujer puede ejercer su libertad a plenitud y hasta tomar la iniciativa si las circunstancias lo permiten.
El riesgo es parejo. Bastaría referir que el número de divorcios va en aumento y en carrera libre, descarrilados. La mayor parte, parejas jóvenes y, bueno, con el riesgo de la soledad.
Y es que la soledad es doble. La soledad de afuera que viene cuando, digamos, te quedas solo. Y la soledad de adentro, cuando estando rodeado de gente la persona se siente sola.