ROMPEOLAS: Nada de raro y extraño tiene o tendría su chamba para ganarse unos centavos y llevar el itacate y la torta a casa para los hijos y la esposa… Solo que el velador es un hombre deslumbrante… Primero, porque pasea al par de perritos y les va platicando cosas como si de hecho y derecho dialogara con un ser humano, un conocido, un amigo, un vecino, un pariente… Además, habla de usted a los perritos, consciente de que, acostumbrados a la voz humana, digamos, la voz del amo que los saca a pasear, los perritos lo entenderían pues le hacen caso…

ARRECIFES: Además, les ha cobrado mucho, demasiado, excesivo cariño a los perritos porque les habla y sonríe… Incluso, nunca les alza la voz, siempre su voz es tierna y dulce como si arrullara a un bebé… Y uno o el otro o los dos perritos desean caminar por otro lado, digamos, por una calle, entonces, el velador, alto y fornido, garrudo, obedece y acata las órdenes, mejor dicho, las intenciones animales… Así, logra quizá la mayor satisfacción del día…

ESCOLLERAS: El velador dice que el perro lobo es propiedad del patrón de la casa y el french poodle de una hija menor… Pero ninguno de los dos tiene espacio y tiempo para sacarlos a pasear, pues, y en todo caso, es su chamba… Se ignora si en casa, por ejemplo, juega, platica, dialoga con sus hijos y con la pareja… Pero, bueno, ojalá, porque de lo contrario, “sería candil de la calle y oscuridad de su casa”… Más, por lo siguiente… Tiempo atrás, el velador que estaba fue asesinado a las 8 de la mañana a tres cuadras cuando salía de la chamba… Y nunca los patrones dieron una liquidación a la familia de aquel velador y que desde entonces quedó a la deriva económica y social…

PLAZOLETA: Pero ni hablar, y como dice Yuri, la cantante jarocha, “todo lo que ha de hacerse para ganarse la papa”… Antes, mucho antes, los veladores, con frecuencia, escoltas del patrón y la familia, únicamente reducían el trabajo a la vigilancia… Pero luego, y antes, mucho antes del COVID, también les encargaron y por el mismo sueldo lavar los carros, y con frecuencia, encerarlos… Y después, ni modo, “la vida es así y qué le vamos a hacer”, pasear a los perritos para que hagan chis y popó… Además, claro, de una bolsita de plástico para guardar las heces…

PALMERAS: “Veinte y las malas” que el velador de los perritos carece de Seguro Social e Infonavit y las prestaciones sociales, económicas y médicas de ley por parte de la empresa ni tampoco por el lado del patrón… Por eso, entre otras cositas, en la película “Nuevo orden”, con Diego Boneta, los trabajadores se sublevan y las empleadas domésticas hasta matan a la patrona y el patrón y los hijos y los invitados a una boda… Salvador Díaz Mirón lo escribió de la siguiente manera… “Nadie tiene derecho a lo superfluo mientras los otros carezcan de lo necesario”…