Tampoco jamás será igual cohabitar todos los días con el gabinete legal y ampliado del gobierno federal como gran Consejero Jurídico que estar a la caza de que en el despacho jurídico caiga buena chamba.
Menos será igual lidiar todos los días con un equipo de abogados para defender casos en la banderilla que alternar con el presidente de la república en las grandes decisiones públicas.
Ni es ni será igual "el mano a mano" del Consejero Jurídico con varios Secretarios de Estado y hasta gobernadores y diputados federales y senadores que cabildear en los juzgados una justicia "pronta, rápida y expedita".
Por eso, Julio Scherer Ibarra, el hijo mayor del Francisco Zarco del siglo XX, don Julio Scherer García, como lo llamaba el escritor Carlos Fuentes Macías, dejó, pues, la Consejería Jurídica.
Y la dejo luego de que en "La mañanera", el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que "ha sido (más que mi amigo) mi hermano".
Y se entiende, claro, de un hermano putativo, aquel que en el camino de la vida se elige por voluntad propia en medio de tantos, pues, y como se sabe, los hermanos biológicos lo son porque la vida es así.
Entonces, si Julio Scherer hijo es hermano de AMLO, caray, los ciudadanos de a pie, la población electoral, quedó perpleja, atónita, con su renuncia a la Consejería Jurídica del presidente.
Más si se considera que en todo el mundo, los políticos encumbrados como jefes máximos, tlatoanis, chamanes, llegan al poder y ejercen el poder con los amigos.
Más, mucho más, cuando los amigos son capaces, fogueados, experimentados, con una inteligencia y talento incandescente.
Y más, y como en el caso, cuando el presidente halagó tanto a Scherer Ibarra, su hermano putativo.
También Julio Scherer junior fue deferente con el presidente a la hora de anunciar su renuncia en "La mañanera".
Y ambos lo fueron, digamos, de una manera civilizada, quizá para evitar la forma abrupta, ríspida quizá, con que se fueron del gabinete federal los secretarios de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, y de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, dejando amplísimas cartitas detallando las razones de peso y con peso de su renuncia.
Pero con todo y despido civilizado...
Y con todo y los resultados concretos y específicos de Scherer Ibarra con AMLO...
Y con todo y los halagos del presidente a Scherer...
Scherer se mantuvo firme y renunció, pues en el inter el vocero presidencial aseguró un día antes que su asistencia al tercer informe presidencial era como Consejero Jurídico.
La historia de Scherer y AMLO recuerda el relato bíblico de Caín y Abel.
También, la historia de Cleopatra, quien para quedarse dueña de Egipto ordenó matar a un hermano.

RAZONES DE LA RENUNCIA
En su renuncia en "La mañanera", Scherer leyó un texto subrayando las convicciones, la honorabilidad, el compromiso, la dignidad, un ser humano extraordinario, la lealtad "oxígeno entre la gente que se quiere", "lealtad y amistad irrenunciables"... de López Obrador.
Y aun cuando Scherer dijera que "el ciclo (su ciclo) se ha completado", cuando los hombres se trepan al arca sexenal lo hacen siempre pensando, primero, en que será un viaje de 6 años, y segundo, sin descartar, claro, que en el camino suelen atravesarse cardos y espinas.
Además, un camino demasiado largo, muchas veces cargando la cruz.
Por eso, resulta insólita, inverosímil, la renuncia de Scherer Ibarra.
El periodista Raymundo Riva Palacio, un reportero bien informado, en la columna "Estrictamente Personal", "La tercera (¿no?) fue la vencida", publicada en el periódico El Financiero, resume, entre otras, las razones de la renuncia de Scherer:
Una. El detonador fue el nombramiento del ex gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, como secretario de Gobiernación, quien llegó reclamando "los espacios perdidos por su antecesora".
A, la relación directa de Scherer, "su patrimonio político", con el Fiscal General de la República.
B, la relación directa con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Dos. Más, porque Scherer "ganó la batalla palaciega contra Olga Sánchez Cordero".
Tres. En par de ocasiones, Scherer había renunciado a la Consejería Jurídica.
Cuatro. "El enemigo abierto de Scherer era el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, "uno de los cercanos a López Obrador y que más lo intrigó".
De ser así, como todo indica, más por la altísima credibilidad en Raymundo Riva Palacio, entonces, con todo y que Scherer Ibarra "es hermano" de AMLO, el presidente de la república habría privilegiado su relación con los otros actores políticos, miembros de su gabinete.
Scherer Ibarra ya no estaba a gusto y mejor se retiró por el camino civilizado, sin cartas encendidas como Carlos Urzúa, Javier Jiménez Espriú y Germán Martínez, al Seguro Social.
Civilizada también se fue Olga Sánchez Cordero de la secretaría de Gobernación.

LEY DE LA VIDA PÚBLICA
Julio Scherer es el funcionario número catorce en renunciar a AMLO. Otros, claro, que fueron renunciados.
Con todo, "es ley de la vida pública".
Por ejemplo:
Lázaro Cárdenas del Río asestó manotazo y en una junta estelar con el gabinete pidió la renuncia a los secretarios ligados y leales a Plutarco Elías Calles.
Al día siguiente, Cárdenas pidió la renuncia a los gobernadores y jefes militares del país ligados a Elías Calles.
Al tercer día, los legisladores federales callistas amanecieron cardenistas.
Incluso, la prensa callista se volvió en automático cardenista.
Carlos Salinas de Gortari renunció a quince gobernadores "en la plenitud del pinche poder" y se los llevó al gabinete federal, el primero de ellos, Fernando Gutiérrez Barrios, de Veracruz, nombrado secretario de Gobernación.
Bastaría referir que en su casi sexenio, Javier Duarte renunció a 85 (ochenta y cinco) funcionarios estales, sin dar explicaciones ni rendir cuentas.
Riva Palacio habló de la manera tersa con que AMLO y Scherer se despidieron, aun cuando Scherer extendió la mano con el rostro desencajado para decir que lo seguirá ayudando y lo que bien pudiera considerarse como una manera fina, tersa y cien por ciento diplomática.
Más cuando en tuitzos, Riva Palacio habló de los "días de tensión y conflictos" que precedieron a la renuncia de Scherer, "con un papel político disminuido y ante un futuro de ataques y desgaste".
Julio Scherer es el hermano que López Obrador quiso tener.
Pero, caray, con todo y los halagos prefirió a otros...