tiempo, se trató de un personaje omnisciente, omnipresente, casi casi al nivel del Ser Superior, chamán, gurú, tlatoani, jefe de jefes.
Y perdió, claro, ante el candidato del PAN, PRI y PRD, expresidente municipal de Misantla, el papá de Marigraz, la guapa diputada azul.
Tiempo anterior lo había profetizado Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo, menos de presidente de la república:
MORENA permanecerá dieciocho años seguiditos en el poder político. Mínimo.
Lo dijo el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica: MORENA durará doce años en el poder presidencial. Mínimo.
Más, si se considera que el partido guinda y marrón, mejor dicho, López Obrador ganó once de las quince gubernaturas.
Y casi casi, trescientos diputados federales.
Y en Veracruz, 26 diputados locales y más de cien presidencias municipales.
López Obrador es el nuevo Moisés guiando a su pueblo, incluso, listo para partir el Mar Rojo.
El mesías convirtiendo el agua en vino y multiplicando los peces y los panes.
Y resucita a los muertos y hace ver a los ciegos y recompone a los tullidos.
El dios terrenal. Ultra contra súper posicionado en el alma colectiva, los pobres, “los pobres entre los pobres”, los jodidos.
Y, bueno, la magia fascinante de Paquita con su “Rata de dos patas”, “Escoria de la vida” y “Me estás oyendo, inútil” fueron insuficientes, como se creía, para ganar y avasallar en las urnas.
Queda probado y comprobado: luchar contra el aparato gubernamental significa enfrentar al peor de los dinosaurios y sus coletazos en estado mortis.

EL TRÓPICO ESTÁ CANIJO

Perdió Paquita. Su nominación fue considerada un acierto del MC. Pero…, ni hablar, los ciudadanos de a pie mandan en las urnas.
Quedaría, claro, entonces, lo siguiente:
Primero. Una cosita es triunfar en la pasarela artística con canciones de menosprecio y desdén a la infidelidad y deslealtad de los machos.
Segundo. Una cosita es ser una mujer luchona y exitosa que en un momento estelar de su vida dejó Alto Lucero, el pueblo chico, la aldea, el ranchito, la provincia, para jugar en las grandes ligas de la Ciudad de México.
Tercero. Una cosita es enfrentarse a la adversidad y los huracanes y ganar.
Cuarto. Y otra cosita, mil años luz de distancia, es soñar con volverse una política, y en el caso, una diputada para legislar por el llamado bienestar social.
Y cinco. Y otra cosita, también mil años luz de distancia, es confrontarse con el aparato partidista del PAN, PRD y PRI, y que antes, mucho antes, también enfrentara Dante Delgado Rannauro ante Ernesto Zedillo y Patricio Chirinos Calero.
Entonces, y para bailar “La bamba”, “se necesita un poquito de gracia y otras cositas”.
A Paquita, y al MC, pues, les faltó el acomodo de los astros. El mejor karma. La ultra contra súper vibra social y política.
Quizá bien pudieron releer “El Quijote de la Mancha” para aprender estrategias con que enfrentar los molinos de viento.
Paquita soñó, como el flechador de la luna, en llegar lo más cerca posible a la superficie lunar. Pero le faltó bilirrubina.
En su tiempo, María Rojo y hasta Carmen Salinas llegaron al Congreso de la Unión como diputadas federales.
También Irma Serrano, “La tigresa”. Y se ni se diga, Damián Alcázar, “La dictadura perfecta”, “El infierno”. Ahora, Lily Téllez, todas, figuras artísticas y mediáticas.
El Edén, el trópico, el “vamos a Tabasco… que Tabasco es un primor” está canijo.

VIVAS “LAS RATAS DE DOS PATAS”

De poco sirvió la biografía artística de Paquita. Su gran lucha como mujer y cantante contra la adversidad.
De nada sirvió que Imagen Televisión transmita su vida en telenovela cada día hacia las 6:30 pm y durante una hora y el ciudadano esté frente a la tele como hipnotizado, pendiente de la siguiente escena.
Perdió.
La operación política panista y anexos y conexos fue suficiente. Y a partir de la fecha, partidos políticos y tribus partidistas “han de poner las barbas a remojar” en caso de seguir creyendo, convencidos, de que basta y sobra la trayectoria de un artista para arrasar en las urnas, como el caso de Lupita Jones como candidata a gobernadora de Baja California.
Hay, claro, excepciones. Pero luego de la insólita derrota del actor Alfredo Adame para presidente municipal en la Ciudad de México, ya se verá si para futuras elecciones los siguen nominando.
A menos, claro, que el artista elegido tenga una probada y comprada biografía social y/o un liderazgo mucho mayor y más sólido y “a prueba de bomba”.
De la campaña, solo quedará la imagen de Paquita cantando al senador Dante Delgado en el mitin en Xalapa…
Las “Ratas de dos patas” seguirán escuchándose en el altiplano…