Luego de aquella elección presidencial, durante 40 días (los bíblicos cuarenta días y noches lloviendo), López Obrador bloqueó la avenida Reforma en la Ciudad de México y sus feligreses levantaron casas de campaña sobre la avenida y el político tropical del Edén estuvo ahí hasta declararse y tomar posesión como Presidente Legítimo de México.
Y Dante Delgado, a su lado, con su Convergencia que entonces así se llamaba el Movimiento Ciudadano.
Políticos del trópico ambos (López Obrador, nacido en Tabasco, y Dante en Alvarado, avecindado en Córdoba. López Obrador, jefe de la campaña electoral de Heberto Castillo como candidato a gobernador de Veracruz, López Obrador, hijo de padre nacido en Veracruz), aquella amistad parecía invencible, inderrotable, para siempre.
Pero de pronto, ¡zas!, quizá por el trópico, la temperatura ardiente en su más alto decibel, el temperamento fogoso y radical, la amistad descarriló en el palenque político, y desde entonces, cada uno por su lado.
Con MORENA, López Obrador llegó a la presidencia de la república.
Con el MC, Dante ganó la gubernatura de Jalisco y repite como senador de la república.
Y desde el Senado, Dante ha escrito y enviado unas 4, 5 cartas a López Obrador duras y rudas sobre su mirada y perspectiva del país en el tiempo obradorista.
La última cartita de amor fue antier a través del mejor estilo de Donald Trump, es decir, tuitero.
Las redes sociales, en su punto álgido.
Y como en las 4, 5 cartas anteriores, un lenguaje atroz y apocalíptico describiendo Dante su percepción social y que pareciera una temporada sexenal en el infierno.
En el pueblo hay quienes afirman que los enemigos enemigos son, pero con la lejana y remota y posible esperanza de que suelen convertirse en los mejores amigos del mundo.
En el caos, amigos que eran, enemigos que se volvieron.
Nunca, jamás, López Obrador, desde la cumbre presidencial, ha contestado a Dante.
Pero como Dante está convencido de la fábula del flechador de la luna, el hombre consciente de que nunca llegará a la superficie lunar pero terco y obstinado si continúa disparando llegará más lejos que todos, entonces, sigue enviando cartitas a López Obrador.
El Senador de la República contra el Señor Presidente.
Dos miradas sobre México y sus gravísmos y dolorosos pendientes sociales.
La visión de Dante.
La visión de López Obrador.
Es una lástima que dos políticos tan valiosos se hayan conflictuado y la relación respetuosa, incluso, cariñosa y afectiva que pudo darse, terminara en rencor y quizá hasta en odio.
Más, mucho más, porque con tanto rencor y odio... el corazón se pudre pues cada día y noche se vive para odiar.
Y con frecuencia, para vengarse.

EL MÉXICO DE AMLO SEGÚN DANTE

En su última carta y tuitera, Dante Delgado retrata con precisión su mirada sobre el sexenio de su ex amigo, López Obrador.
"Estás acostumbrado a un discurso que se pierde en la verborrea.
En medio del luto (por la caída del Metro de la Línea Doce), te pido, al menos, un poco de decencia.
Eres muy mañoso y te has quedado en eso, en un político de plaza pública que cree que gobernar es hablar.
Lo tuyo es hablar, pero este país requiere ser gobernado y para gobernar hay que trabajar, hay que dar resultados. Esa es la tragedia, tienes un gobierno sin resultados, un gobierno de perorata.
Tú dices mucho y haces poco.
Actúa como jefe de Estado, como estadista, no como merolico de pueblo.
Saca las manos del proceso electoral y asume tu responsabilidad de presidente de la República.
Te exijo que abandones la mezquindad de sentirte y actuar como parte de una facción y asumas la responsabilidad de ser ejecutivo de todo el país.
Sé presidente de México, no líder faccioso
Desde la presidencia de la república se están dando celadas, subterfugios, abuso de poder".

VIDAS PARALELAS

Dante, presidente del CDE del PRI en Veracruz. López Obrador, presidente del CDE en Tabasco.
Dante, gobernador de Veracruz. López Obrador, fallido candidato a gobernador derrotado por el priista Roberto Madrazo Pintado.
Dante, procurador Agrario con Ernesto Zedillo. López Obrador, jefe de Gobierno en la Ciudad de México.
Dante, encarcelado en el penal de Pacho Viejo. López Obrador, intento fallido de Vicente Fox de privarlo de la libertad cuando era jefe de Gobierno en la Ciudad de México.
Dante, expriista, con su partido político, Movimiento Ciudadano. López Obrador, expriista, con su partido político, MORENA.
Dante, después del priismo, militante de la izquierda. López Obrador, después del priismo, militante de la izquierda.
Dante, luchando por la justicia social. López Obrador, luchando por la justicia social.
Dante, concentrado en México, sin mirar al extranjero. López Obrador, igual que Dante.
Son vidas paralelas que se cruzaron y empalmaron, pero disociaron, cada una por su lado.
Ahora, con sus cartitas, López Obrador decidió y/o habría decidido ignorar a Dante, hablando, quizá, solito en el desierto social y político, aun cuando si "la gota perfora a la roca", resulta insospechado el efecto electoral que la filosofía política y social de Dante pudiera causar en las urnas en contra de López Obrador y en contra de MORENA y de sus candidatos a gobernadores, diputados federales y locales y presidentes municipales.
Dante insiste, tenaz, sin marcha atrás.
Y si después del penal de Pacho Viejo se liberó de su pasado tricolor y se reinventó y con grandeza humana, moral, ética, política y social, entonces, nadie dudaría de que en el resto del tiempo senatorial continuará escribiendo más cartas a López Obrador, evidenciando y escudriñando el día con día, el mes con mes de la 4T.

CON EL CARCAJ PUESTO

Carlos Urzúa renunció a la secretaría de Hacienda y Crédito Público de López Obrador, escribió carta canija y lleva la vida con bajo perfil.
Javier Jiménez Espriú renunció a la secretaría de Comunicaciones y Transportes y se zambulló en el limbo político.
La secretaria del Medio Ambiente, aquella que cree en la existencia de los duendes, fue renunciada y regresó a la vida privada, sin chistar.
Porfirio Muñoz Ledo fue excluido de la dirigencia nacional de MORENA para favorecer a Mario Delgado y también lo excluyeron de la reelección como diputado federal y anda por ahí, resonando los tambores de guerra, pero sin desmarcarse del presidente de la república, jugando, digamos, sus cartas.
Dante Delgado, el único político con el carcaj puesto y lleno de flechas.
Varios candidatos a gobernadores opositores a MORENA están en la mira de la Fiscalía General de la República y de la Unidad de Inteligencia de la secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por ahora, nadie se ha metido con Dante.