Gonzalo Morgado Huesca, expriista, en la lista número uno de su partido político, Podemos.
Los mismos de siempre. Mil años luz de historia los contemplan. Los enviados del Ser Superior para salvar Veracruz y que en el siglo XVIII asombraron y deslumbraron al barón Alejandro de Humboldt por dos cositas:
Una, la riqueza natural insólita.
Y dos, la terrible y espantosa desigualdad económica y social, todavía vigente en el siglo XXI.
6 de cada diez habitantes de Veracruz, en el desempleo, la pobreza, la miseria y la jodidez.

LUNES
Los mesiánicos

Las candidaturas pluris tienen varias lecturas. Entre otras, las siguientes:
Una. Desde que treparon al poder y la cima del poder, nunca se han bajado. Han tenido más tiempo y espacio de tirar cuetes que de levantarlos. Incluso, jefes máximos que han sido, dueños del día y de la noche, dueños del destino social, dueños del presupuesto oficial.
Dos. En varios casos han manejado el cargo público como si se tratara de una hacienda porfirista, donde ellos son al mismo tiempo propietarios, latifundistas, hacendados y capataces.
Tres. Bien valdría la pena, entonces, preguntarse, revisar la hoja de servicios, el currículo, sobre el beneficio social generado para la población en general, para una comunidad, un municipio, en los años de esplendor y resplandor en el poder político.

MARTES
Los Toma-Todo…

Cuatro. Habrá quienes digan que de igual manera como hay médicos, ingenieros, arquitectos, maestros, que son la vida completa, ellos convirtieron la política en el servicio civil de carrera, y por eso continúan usufructuando la silla del poder.
Pero al mismo tiempo, habrá ciudadanos de a pie que los consideran políticos trapecistas del poder, políticos automáticos que por aquí protestan en un nuevo cargo público están pensando en el siguiente.
Cinco. Así, brincoteando de un cargo a otro, de una curul a otra, el ejercicio del poder con sentido patrimonialista bajo el principio universal democrático de E’to pa’ti y E’to pa’mí.
Seis. El bloqueo y el veto a la militancia. Ellos, dueños de las pelotas y las canicas, nunca las prestan en el reparto de las mieles del poder.
De hecho y derecho, convertidos en unos “Toma Todo”.
Primero ellos. Después ellos. Y al último ellos.
Y en ellos se incluye a la familia, pues con frecuencia han heredado el poder a los hijos a tono con el relato bíblico de los jefes tribales a quienes imponían como sucesores, así tuvieran 10 años de edad.

MIÉRCOLES
Del Dedazo al Autodedazo

Siete. Hora de revisar las iniciativas de ley que ellos habrían interpuesto por iniciativa propia, sin treparse a la tamaleada de las iniciativas de sus bancadas legislativas.
Y de igual manera, hora de escudriñar si sus iniciativas de ley fueron convertidas en ley y el beneficio social generado, pues ocurre con regularidad que son enviadas a comisión para dormir el resto de la vida como si se trata de un cementerio de leyes.
Ocho. En varios casos, el poder ejercido con nepotismo, tráfico de influencias y conflicto de intereses.
Cierto, los jefes tribales de la Biblia únicamente heredaban el poder a los hijos, pero los políticos extendieron el patrimonio para encumbrar a las esposas, los primos, los tíos, y hasta a los padres (caso Juan Javier Gómez Cazarín con su papá candidato de MORENA a la presidencia municipal de Hueyapan de Ocampo).
Y en los casos donde han podido, heredando el poder o encumbrado a las barbies, las amadas amantes como les llamaba Paco Ignacio padre.
Nueve. En 1929, Plutarco Elías Calles recreó el Dedazo como forma democrática, de igual manera como, por ejemplo, ahora “La Tómbola”.
Así, Calles impuso a un hijo como gobernador de Nuevo León y a otro como diputado federal y luego Ministro de Estado.
El mismo dedazo de Benito Juárez para otorgar cargos públicos a sus tres yernos.
Y de Francisco Ignacio Madero para nombrar Ministro Sin Cartera y diputado federal a su hermano menor, Gustavo Madero.
Ahora, y desde Veracruz, el Dedazo “en la plenitud del pinche poder”. Pero pulido y vuelto a pulir.
En vez de Dedazo, ahora se llama Autodedazo.
Marlon, Anilú, Héctor, Cambranis, Bingen, He Man y Morgado, por ejemplo, autodedazo en sus partidos… a favor de ellos mismos.
El ejercicio del poder, y con poder económico, como una droga. La más canija de todas las adicciones, desde el café, el alcohol y la droga hasta el sexo.
JUEVES
Pactos tronchados

Diez. El nepotismo. Caso Julen Rementería y su hijo Bingen. Caso Héctor Yunes Landa y su hija.
El cuatismo. Caso Marlon Ramírez y Anilú Ingram. Caso Enrique Cambranis y Joaquín Guzmán Avilés. Caso Francisco Garrido y Gonzalo Morgado.
Los pactos oscuros: PAN rojo cuando Enrique Cambranis. PRI azul con Marlon Ramírez. Héctor Yunes con su Alianza Generacional y el PVEM, y lo insólito, en alianza con MORENA y PT para su hija.
Antes de que el OPLE, Organismo Público Local Electoral, aprobara Podemos, Morgado alardeaba del pacto con Garrido de que ninguno de los dos sería candidato pluri a diputado local.
Por fortuna, todos los políticos son así.
Nada, entonces, para asombrarse ni quedar perplejo.

VIERNES
Desconfiar de todos…

La filosofía política y social de los candidatos pluri lleva al desencanto de los ciudadanos de a pie, y ni se diga, de la militancia, aquella que siempre es utilizada y manipulada y hasta la denominan de forma despectiva “la perrada”.
Por eso, nada tan vigente como la filosofía de Pancho Villa, el Centauro del Norte, que se fuera a la revolución maderista con quince hombres y a los 5 días tenía 375 y terminó con treinta mil en la División del Norte.
En “Memorias de Pancho Villa” del escritor y cronista Martín Luis Guzmán, quien fuera su secretario particular, dice:
“Yo desconfiaba a de todos los hombres y de todas las cosas”.
Tiempo aquel cuando también dijo que “la patria era un fuerte rencor contra casi todo lo demás y todos los demás”, sobre todo, los hombres del poder, los porfiristas y los hacendados.
Por eso, confesaba, “por el bien de los pobres me fui a la Revolución”.
Las mismas caras y las mismas mañas con los candidatos pluris al Congreso local.
El desencanto social en su más alto decibel.