El diputado mesiánico
El presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura, Juan Javier Gómez Cazarín, JJ, es conocido como “El Mesiánico”.
Todo, a partir de que en una revista del corazón publicara su fotografía pagada en portada, con presumible cargo al erario, donde carga en la espalda un bulto de cemento que “asegún” llevó para los pobres del sur de Veracruz.
Luis Velázquez
Además, JJ carga el bulto sin ningún respingo como buena mula de carga, atlético y fornido, entrenado en el ejercicio diario, tanto trotando como con pesas.
Musculoso el hombre.
La foto pagada luego de que días anteriores declarara que su destino político estaba en el Poder Legislativo de Veracruz, y por tanto, buscaría la reelección.
Además, la foto, como un mensaje subliminal a las tribus guindas y marrón de su arraigo y liderazgo popular para ver si puede entronizar a su padre como candidato de MORENA a la presidencia municipal de Hueyapan de Ocampo, el pueblo de ambos, y en donde lo conocen como “El carón”, quizá desde su tiempo de vendedor de automóviles en abonitos, casi casi como Ricardo Salinas Pliego, de Elektra, vendiendo televisiones y refrigeradores en plazos.
La revista, ya se sabe, así opera. Por ejemplo, en número reciente también publicó en portada la foto de Nena de la Reguera, la cultora de belleza, madre de la actriz Ana de la Reguera, candidata de MORENA a la presidencia municipal de Boca del Río.
De ñapa, la estrategia publicitaria de la revista de convertir la portada en anuncio espectacular, y como en el caso, para evitar promociones propagandísticas anticipadas.
Se ignora si en el caso de JJ, El Mesiánico, también instalaría espectaculares en el sur de Veracruz.
Pero, bueno, y como la silla embrujada del poder suele causar estragos en la naturaleza humana, JJ ya fue enaltecido y se proyecta como el gran albañil capaz de cargar muchos bultos de cemento.
Casi casi, el Clark Kent de la política jarocha. Aquel, reportero y figura mitológica, el más grande héroe del siglo pasado y el actual.
JJ, el diputado y el albañil carga bultos de cemento.
Antes, en el inicio de su carrera legislativa, trepando en las redes sociales video donde manejando camioneta de lujo cantaba en el mejor estilo de Paquita la del barrio, “Ratas de dos patas”, “Me estás oyendo, inútil”.
LA VANIDAD HUMANA
Una foto revela la intensidad de un momento… cuando es tomada. Pero también, la identidad de cada uno. Y de cada uno, juntos, haciendo historia.
Por ejemplo:
La foto de la Fiscal General vestida de Gatúbela en un acto público. Blusa de manga larga y pantalón negro. Pistola al cincho.
La foto del secretario General de Gobierno, Erik Cisneros, con moruna en mano podando jardines en el camellón a tono con la política subliminal del góber obradorista.
La foto del secretario de Educación, el profe “de todos los tiempos” así le llamaron, Zenyazen Escobar, cuando el desglose del segundo informe de gobierno en la LXV Legislatura, mil maestros “acarreados” para tirarle incienso a su paso.
La foto del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, cuando unos brujos le hicieron una limpia en el Congreso para su exitosa comparecencia.
La foto del góber jarocho paseando en un pasillo del Palacio Nacional y ni se diga su foto vestido con traje con moñito fumando puro y posando con tres amigos y una chica.
La foto, fotomontaje dijo el góber, del secretario de Salud dando un besito a un chico de unos 24, 25 años.
JJ Gómez Cazarín, el diputado mesiánico, cargando un bulto de cemento en la espalda, trascendiendo en la historia.
¡Te queremos, JJ! ¡Te queremos!
Por cierto, habría de preguntarse cuánto costó la foto en portada de la revista… para así, y entre otras cositas, calibrar el tamaño de su vanidad, altivez, prepotencia y soberbia.
LÍDER DE LOS ALBAÑILES SOCIALISTAS
Con el bulto de cemento en la espalda, JJ deseó compararse con los albañiles. Incluso, bien pudiera solicitar su registro como miembro de la Unión Socialista de Albañiles de Veracruz, fundada en su tiempo por Herón Proal, el líder inquilinario que puso de rodillas al gobierno en el siglo pasado luchando contra los casatenientes, dueños de patios de vecindad, teniendo de su lado a las trabajadoras sexuales.
Su pasión por los albañiles bien pudiera significar una alegoría, una parábola, una referencia sicológica a que ellos empujando todos los días la carreta ladrillo sobre ladrillo, aderezado con mezcla, poco a poco van levantando una pared, una habitación, una casa, un edificio, de igual manera como JJ sueña con la reelección como diputado local por la vía pluri, sin hacer campaña ni gastar un solo centavo ni exponerse a una derrota.
Veracruz está zambullido en un baño de sangre femenina y la bancada guinda y marrón en la LXV Legislatura es indiferente viviendo de espaldas a la realidad apabullante.
Pero hay rumbo y destino. Pegando un ladrillo con otro, la mayoría de diputados de MORENA solicitaron permiso para buscar la reelección luego de que ellos mismos enterraron el Sufragio Efectivo No Reelección del presidente Francisco Ignacio Madero, uno de los héroes patrios de AMLO.
Es el tiempo de los albañiles, por cierto, consagrado en novela y en película de Vicente Leñero. En una parte de su vida, Adolf Hitler también fue albañil y pintor de brocha gorda. Plutarco Elías Calles fue albañil y tendero en una tiendita del pueblo antes de meterse de maestro rural.
Fidel Herrera Beltrán, por ejemplo, vendió longaniza y tamales en el Papaloapan. Javier Duarte fue panadero y vendedor de pan en la ruta de Omealca a Tezonapa.
JJ Gómez Cazarín, el albañil icónico y simbólico del siglo XXI en Veracruz.