se empalmaban, manejaba la propiedad hasta con el llamado derecho de pernada, retratado en la novela “Pedro Páramo” de Juan Rulfo.
En otros tiempos, los políticos nombrando sucesores a los hijos, y ahora, en el paquete incluyendo a las esposas y las amantes.

LUNES
Jefes tribales

El nepotismo es tan viejo como la historia de la humanidad.
Por ejemplo, de acuerdo con el relato bíblico, los jefes tribales en el Medio Oriente y en Jerusalem nombraba sucesores a los hijos así tuvieran diez años de edad.
Y si tal era la circunstancia, les nombraban un Consejo de Ancianos, llenos de vida pero tan lejos del poder, para que lo orientaran en la toma de decisiones.
Nunca en la Biblia los jefes tribales heredaban el poder a las esposas.
Peor tantito, si una mujer era descubierta en la infidelidad, la sepultaban del cuello para abajo y la cabeza a ras del suelo para que la población la lapidara hasta morir.
Pero muchos años después de la guerra de Independencia y la guerra de Reforma y la Revolución, el nepotismo se afianzó con los hijos y extendió a las esposas, los hermanos, los tíos, los primos y las amantes.
Herodes tenía ansia sexual y lujuriosa por Salomé, la bailarina exquisita y sabrosa del reino. Entonces, cuando la cortejó le pidió la cabeza de Juan Bautista, el primo de Jesucristo, porque ofendía a su señora madre.
Y Herodes se la entregó y convirtió a Salomé en su alter ego en el ejercicio del poder.

MARTES
Nepotismo de héroes patrios

Un acto sublime de nepotismo del dictador Porfirio Díaz Mori, 33 años presidente, fue ordenar a los Ministros y a los gobernadores otorgaran la obra pública a la compañía constructora de su hijo, Porfirito, por cierto, ahijado del gobernador de Veracruz, Luis Mier y Terán, aquel de “¡Mátalos en caliente!”.
El primer acto de gobierno del presidente Benito Juárez fue otorgar cargos públicos, y de primera y mejor pagados, a sus tres yernos, para felicidad de sus hijas, quienes todos vivían en Palacio Nacional.
El primer acto de gobierno de Francisco Ignacio Madero fue indemnizar, y bien, a su familia a quienes la revolución expropiara sus haciendas.
El segundo de Madero, imponer a su hermano Gustavo como diputado federal.
El tercero, imponer a Gustavo, su hermano menor, como Ministro Sin Cartera.
Y el cuarto, financiar con recursos públicos un periódico, Nueva Era, a su hermano Gustavo, únicamente para revirar a los críticos, a quienes, ajá, y en muchos casos, había suspendido el convenio oficial.
Desde entonces, el nepotismo está vigente. Y ahora, con más salud física y emocional que nunca.

MIÉRCOLES
Botín en disputa

En los partidos políticos de Veracruz (y del país) hay nepotismo.
Antes, mucho antes, los padres heredaban el poder a los hijos pero únicamente en sus empresas, fábricas, industrias, negocios, comercios y changarros.
Incluso, hasta en la jugosa industria del narcotráfico, los hijos, herederos. Y las esposas.
Pero en un momento de la vida democrática (ajá) de la nación, la línea invisible fue transgredida y los cargos públicos fueron repartidos en la familia.
Ahora, con todo y el ideal cívico, las tribus políticas se volvieron tan cínicas que lo miran como un hecho normal y lógico.
Y lo peor, caray, hay municipios donde la madre de familia fue presidenta municipal y heredó el poder edilicio a una hija y ahora otra vez la madre levantó la mano para repetir en el Ayuntamiento como jefa máxima.
Y ni quien respingue.
La silla embrujada del palacio municipal y legislativo vista, más que como “la manzana de la discordia”, como el botín en disputa.
La historia, además, demuestra que cada fin de un periodo constitucional aparecen políticos ricos y familias enriquecidas.

JUEVES
Sacarse la Lotería

En el reparto de “las mieles del poder” basta y sobra con que un pariente ascienda a lo más alto del poder, la presidencia municipal, el liderazgo en el Palacio Legislativo, la gubernatura, una secretaría del gabinete legal, etcétera, para que en automático la familia, o parte de la familia, sea beneficiada por añadidura.
Es tanto como, digamos, sacarse el premio mayor de la Lotería Nacional y/o el Melate y sin jugarlo.
Un hermano en el poder político garantiza que durante 6 años distribuya y redistribuya el presupuesto y el tráfico de influencias en la familia.
De entrada, para un cargo público, “una aviaduría”, una beca sexenal, la facultad metaconstitucional para manejar la obra pública por dedazo y que de acuerdo con la ley ha de concursarse.
Pero también, por ejemplo, para que el hermano sea beneficiado con la compra de una mansión, un terreno, una casita rústica para el fin de semana, viajes en el mundo, becas estudiantiles para los hijos en el extranjero, etcétera.
Así fue en el siglo pasado en el tiempo priista. Y panista. Y así es hoy con MORENA en el poder público por más y más “golpes de pecho” que se asesten declarándose Siervos de la Nación.

VIERNES
Estercolero político y moral

Los hijos y las esposas como candidatos a la curul federal y local y a las presidencias municipales de Veracruz son un cochinero.
Incluso, si en la vieja Grecia y Roma establecieron que la democracia “es el gobierno del pueblo y para el pueblo”, desde Veracruz, de cara al Golfo de México por donde Porfirio Díaz Mori huyó al exilio dorado en París, se ha instaurado el gobierno de las tribus para las tribus, y tribus, claro, familiares.
La democracia, entonces, convertida en un trapo socio y hediondo.
Más allá de la furia revolucionario y partidistas, los políticos tienen los pies en la tierra porque revolcaron la democracia a su favor pensando en el bienestar de las esposas, los hijos, los hermanos y las barbies, etcétera.
Y tienen la cabeza en el cielo porque continúan soñando con las alturas, el paraíso terrenal, mesiánicos que se creen y sienten, enviados por un Ser Superior a la tierra para adueñarse de su riqueza.
En Veracruz, por ejemplo, doscientas familias son dueñas de más del 60 por ciento de la riqueza estatal, el Veracruz que tanto deslumbrara en el siglo XVIII a Alejandro de Humboldt.