Desde entonces, los peores estragos en la vida han derivado de la esperanza.
Sobre todo, de la esperanza que la mitad del mundo y la otra mitad acarician para “salir de perico perro” y mejorar la calidad de vida de la familia y la propia.

DOS. Siervos de la Nación

Ahora, las tribus partidistas de MORENA han pedido a sus candidatos a gobernadores, diputados federales y locales y presidentes municipales que en las campañas electorales defiendan, con todo y sin medida, la esperanza.
La esperanza, ajá, de un país mejor para todos. Una digna calidad de vida. Empleo seguro. Educación de primera. Salud pública garantizada. Vivir sin sobresaltos. Justicia pronta, rápida y expedita.
Saldrán, pues, los Siervos de la Nación a vender esperanzas y allá los ciudadanos de a pie, la población electoral, que desea creer en ellos.

TRES. La 4T camina…

Durante más de ochenta años, los priistas vendieron esperanzas y agarraron de tonta a la gente y fue hacia el año 2000, cuando en las urnas ajustaron cuentas y eligieron al candidato presidencial panista.
Día también llegó cuando en Veracruz, las tribus rojas subastaron esperanzas como en un tianguis y en el año 2016 los lanzaron del palacio y entró el primer gobernador panista de la historia.
Ahora, caray, las elites de MORENA vendiendo esperanzas. La esperanza, dicen, de que la 4T, la llamada Cuarta Transformación del País, ¡cómo no!, adquiera carta de adopción.

CUATRO. El paraíso celestial

La población electoral está a la defensiva y la contraofensiva de la venta ruin y miserable de la esperanza.
La esperanza, por ejemplo, de que en el otro mundo, al otro lado del charco, las gentes buenas serán premiadas con el cielo y las malas con el infierno.
Y tan es así que cada vez disminuye el número de católicos que pierden la fe y marcan su raya de la iglesia católica, apostólica y romana.

CINCO. Ciudadanos incrédulos

Muchos sexenios después de tanta venta de esperanza, los ciudadanos de a pie se volvieron incrédulos, y con justa razón.
Y sin embargo, los políticos creen que ofreciendo en la propaganda política un mundo mejor ganarán en las urnas.
Basta mirar los anuncios televisivos ofertando empleo, educación, salud, seguridad y justicia como si fueran los Reyes Magos garantizando “contra viento y marea” el mundo deseado y soñado por la población en la miseria, la pobreza y la jodidez.
En el año 2018 treinta millones de mexicanos depositaron su voto por “el rayito de esperanza” que así llamaban a López Obrador.
Pero más allá de los doce programas de Bienestar Social, el tiradero de cadáveres y de impunidad, feminicidios, secuestros y extorsiones, evidencia, cuestiona y desdice aquella venta de esperanzas.

SEIS. Esperanzas guindas y azules

La orden de MORENA a sus candidatos es vender esperanzas alrededor de la 4T. Los partidos opositores también la subastan, pero… tronando en contra de MORENA.
Entonces, la disyuntiva estará entre la venta de unas esperanzas guinda y marrón (MORENA, PVEM y PT) y las esperanzas azules, rojas y amarillas (PAN, PRI y PRD).
Más allá de la utopía, la quimera y la ilusión pasajera siempre seguirá estando el trabajo y el cabildeo específico de cada quien para mejorar la vida familiar.