Simple y llanamente más allá del respeto entre seres humanos, sin que lo anterior signifique treparse a la homilía.
Las vacunas empezaron a aplicarse en la ciudad de Veracruz.
En la prensa publicaron dos páginas precisando la primera letra de los apellidos de las personas seniles y los lugares y los días y el horario.
Entonces, la suegra del alcalde, con más de treinta años como jefa de manzana en el municipio de Veracruz, se formó en la fila.
Incluso, en igualdad de circunstancias que el respeto de los adultos mayores, y quienes, en forma directa o indirecta, a través de los hijos y asistentes, llegaron al lugar de los hechos en la madrugada.
Y de pronto, el bombardeo mediático en contra de la suegra cacareado en diferentes medios y lo que "a ojo de buen cubero" significa que "una mano estuvo meciendo la cuna" periodística y de las redes sociales.
Todavía de ñapa, el góber obradorista "tiró su espada en prenda", ajá, sorprendido y perplejo.
Entonces, el presidente municipal reaccionó y reviró con la siguiente expresión bíblica, memorable, imborrable y citable: " Estupideces, un estúpido dice estupideces. El gobernador del estado es un estúpido”.
De manera normal, mi suegra, como muchas otras personas, durmió ahí desde las 9 de la noche del día anterior, por lo cual fue la primera en la fila, como lo puede constatar el personal de la secretaría de Salud que la atendió" (Alejandro Ávila).
Más, mucho más, porque el góber se aceleró como es su estilo personal de ejercer el poder y que así lo entiende, y aseguró que la suegra "ni siquiera" vive en el puerto jarocho.
Además, que obtuvo una carta de residencia apócrifa.
El presidente municipal lo precisó así: "Reto al gobernador a que si me demuestra esa carta yo renuncio a la alcaldía...Y si no... que él renuncie a la gubernatura".
No se vale.
El hígado, gobernando las neuronas.
El rencor y el odio del góber al padre del alcalde, rebasando la dimensión humana.
Un jefe del Poder Ejecutivo Estatal, dueño del día y de la noche...
Y del aparato gubernamental...
Las corporaciones policiacas...
Los reclusorios...
El dinero público...
Y de parte de los Poderes Legislativo y Judicial...
Y de parte de los medios... que sabe odiar está, como cualquier ser humano, a un paso de la violencia.
De la violencia verbal a la física.
Y como odia tanto, entonces la discordia en vez de la concordia.
Está canijo que una persona de más de cuarenta, cincuenta, sesenta años, se deje gobernar por el hígado.
Más, mucho más, cuando ejerce el poder político.
Encumbrado en lo más alto de la categoría gubernamental.
Peor, cuando se lanza contra la familia.
Y en el caso, contra una adulta mayor.
Y mujer.
Y ordenar una andana mediática.

VIVIR PARA ODIAR
Nada bueno ha de esperarse en la relación del gobernador y el alcalde.
Desde hace ratito, mejor dicho, desde el principio de la administración estatal, diciembre del año 2018, el góber y los suyos tienen una Magnum en la mano, con cartuchos disponibles y de reserva, para el bombardeo en su contra.
Incluso, el góber...
El secretario General de Gobierno...
El ORFIS (Órgano de Fiscalización Superior)...
Uno que otro diputado local de MORENA, entre otros, lo han denostado y endilgado apodos.
Y rastreado la pista a las finanzas públicas obsesionados con descubrir irregularidades.
Ahora, la simple y sencilla vacuna contra el COVID como pretexto, berrinche, para lanzarse contra la suegra.
Caray, ni Miguel Alemán Velasco fue así con el alcalde de Xalapa, Rafael Hernández Villalpando, a quien el director de Participación Social de aquel Ayuntamiento, Reynaldo Escobar Pérez, sacó de una casa donde estaba refugiado escondido en la cajuela y trasladado a Córdoba donde se lo entregó a Dante Delgado Rannauro.
N i tampoco Agustín Acosta Lagunes contra el otro presidente municipal de Xalapa, Carlos Padilla Becerra, y quien contrató al mejor penalista del país, Ignacio Burgoa Orihuela (1918/2005) y ni así libró el desafuero, con todo y la defensa apasionada y argumentada del diputado local de la fecha, Miguel Ángel Yunes Linares.
"Veinte y las malas" a que la población electoral, los ciudadanos de a pie, los ciudadanos que viven con sencillez lejos de las pasiones, los rencores y los odios contrariados de las tribus políticas, miran mal la transfiguración emocional y moral del góber, siempre con la R-15 en la mano en contra del alcalde.
Olvida, por ejemplo, que con tanto odio y rencor el alma envejece y la vida se pudre.
Más cuando a pesar del bombardeo sistemático, en dos años y 3 meses, el presidente municipal ahí continúa, sin que el góber lo haya desaforado.
Arrodillado.
O doblado.
Además, el alcalde jarocho es uno más de los doscientos doce de Veracruz.
Y el góber, perdiendo más y más los estribos.
Con Alemán Velasco y Acosta Lagunes, Veracruz vivió el infierno del rencor y el odio en contra de par de ediles.
Ahora, de nuevo.
Caray, insólitas, inverosímiles las pasiones contrariadas de la vida pública.
Más porque avasalla con la pasión humana.
Vivir... para odiar.
Vivir... para vengarse.
Vivir... para ajustar cuentas.
Vivir... para eliminar a los adversarios y enemigos que piensan y sienten diferente.
¡Vaya alteza de miras y grandeza humana del gobernador transmitiendo el rencor y el odio a una parte del gabinete legal y ampliado!
Los enviados de Dios conjugando el verbo odiar en todos sus tiempos.
Yo odio.
Yo odié.
Yo odiaré.
Yo seguiré odiando.
En la realidad de los hechos, la verdad se está ocultando.
Hay diferencias políticas sustanciales entre las partes.
Hay la obsesión en la 4T para encarcelar a un Yunes azul.
El que sea.
Hay furia del góber de MORENA contra los Yunes panistas pues con todo y el poder total y absoluto del gobierno del Estado, ninguno de ellos está preso y sometido a un proceso penal.