Según los Colectivos, "hay cientos de desaparecidos que datan de los años 2014 y 2015", tiempo de Javier Duarte. El año 2017, tiempo de Miguel Ángel Yunes Linares. Y 2019, tiempo de Cuitláhuac García Jiménez.
En medio del dolor, el sufrimiento y la desolación, cientos, miles de madres de familia, buscando a los suyos con la esperanza por delante.
Las familias rotas. Diezmadas. Número incalculable de mujeres y hombres, jóvenes, civiles enterrados en fosas. Otros quizá "pozoleados". Y como se estila en el norte de Veracruz, "cocinados", pulverizados y deshechos en ácidos y químicos para evitar huellas, rastros, pistas.
El Veracruz sórdido, siniestro y sombrío que llegó con Javier Duarte cuando la desaparición forzada de personas, hija de la alianza de políticos, jefes policiacos, policías y carteles y cartelitos.

DOS. Tétricos hallazgos

En un solo día de la semana anterior, los hallazgos tétricos. "Cada fosa, escribió el cronista Robert Fisk, en su libro de mil 700 páginas, "La gran guerra", es una porción de perversidad, un diminuto incremento de la crueldad humana".
La búsqueda de los Colectivos. Rascar y remover la tierra. Y con frecuencia, hallar zapatos viejos, bolsas de mujeres, camisas de hombres, blusas, ropa interior de mujer, un teléfono celular barato.
Unas manos cortadas. Pies a la deriva. Mechones de pelo. Huesos.
Los malos, en alianza con los policías, abriendo fosas en un municipio y otro y otro y otro, para evitar pistas que los identificaran.
A veces, encontrar cráneos. Cadáveres completos en medio de sandalias de plástico baratas.
La semana anterior, más de mil trescientos cadáveres fueron arrojados por la Fiscalía General a la fosa común.

TRES. Guerra que pareciera

Robert Fisk relata los peores estragos de la guerra de Irán/Irak y que durara ocho años, con las peores atrocidades de la vida. Días cuando solían ejecutar a cuatro mil personas.
Unos soldados de Irán rafagueando un autobús de pasajeros de Irak lleno de mujeres y niños en edad escolar cuando la unidad móvil cruzaba un río. Los soldados apostando a ver quién acertaba lo más pronto posible. Luego enseguida, los soldados corriendo al río para tomar las fotos. Y de inmediato, los soldados soltando a los perros para comerse los cadáveres de los niños y mujeres. Los perros en el festín orgiástico de la comida humana.
Hay en Veracruz, como en el resto del país, una guerra. Se está dando entre la autoridad y los carteles. Pero dista mucho de significar una guerra tipo del Medio Oriente.
Pero pareciera...

CUATRO. Sepultados en la clandestinidad

Dijo la maestra en Letras, Lucía Diaz Genao, del Colectivo "El Solecito" al reportero Noé Zavaleta: "Nadie se imaginaría cómo pudieran llegar tantas personas privadas de la vida a tantos lugares, a ser enterrados en medio de la clandestinidad”.
Veracruz, dijo en el duartismo el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, un fosario". En Veracruz, publicó el periódico El País, hay más fosas clandestinas que municipios.
Veracruz, que tanto asombrara a Alejandro de Humboldt por su riqueza natural, uno de los peores lugares del mundo para la desaparición de personas.
La Fiscalía General reveló que en el año 2020, el segundo de la 4T en Veracruz, fueron halladas noventa y cinco fosas clandestinas, de las cuales han exhumado los restos de 63 personas al momento.
Estamos viendo y viviendo la peor película de terror y horror. Nunca jamás imaginamos que las tribus encaramadas en el poder político llegaran a tanto...