A la vuelta de la esquina, un asalto, un plagio, una desaparición. El último caso, el activista Miguel Vázquez, plagiado el 20 de octubre del año anterior en Tantoyuca, sepultado en fosa clandestina y descubierto el sábado 13 de febrero.
Y sin embargo, resulta insólito, inverosímil, que con tantas personas desaparecidas, torturadas, exterminadas, el silencio de los diputados locales y federales y presidentes municipales, síndicos y regidores, alcance dimensiones descomunales.

DOS. Un infierno llamado Veracruz

De vez en vez, uno que otro legislador se ha ocupado del infierno llamado Veracruz.
Siempre, ha sido de paso, digamos, “como para no dejar”, como el caso del diputado local, Juan Manuel Unanue, presidente de la Comisión de Migración en la LXV Legislatura, con el desdén más canijo en un Veracruz con un millón de paisanos como ilegales en Estados Unidos… que más, mucho más, hacen “Las Patronas” de Amatlán por ellos.

TRES. Vivir fuera del presupuesto…

Ninguno de los 212 alcaldes y 50 diputados locales y 30 diputados federales se interesa, ocupa ni preocupa el tiradero de cadáveres y de impunidad.
Se trata del problema número uno de norte a sur y de este a oeste y les vale.
Aplican el famoso principio francés de “dejar hacer y dejar pasar”.
Ellos, los legisladores, tan empeñados en la reelección, y/o en todo caso, brincar de la curul al cargo público siguiente para cumplir “al pie de la letra” con la sabia enseñanza de César “El tlacuache” Garizurieta de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

CUATRO. Acuerdos explícitos

Hay un tiradero de cadáveres y de impunidad y dado el silencio de los ediles y diputados, el gobierno de Veracruz más feliz que nunca porque ningún funcionario público los evidencia ni cuestiona.
Se ignora si el góber jarocho de López Obrador será recíproco con ellos y premie el silencio.
Acaso el silencio se debe a los valores entendidos. Ni tú, alcalde o diputado, te metes conmigo ni nosotros, gobierno del Estado, contigo.
En medio, los ciudadanos de a pie expuestos al peor mundo social de que se tenga memoria.

CINCO. “Carne de cañón”

A veces, uno que otro diputado local se ha manifestado en la arena pública. Quizá, también, en corto, bajo perfil.
Pero nunca el tema de los secuestros, desaparecidos, asesinatos, infanticidios y feminicidios, entre otros, ni se diga el desempleo galopante, en la agenda pública.
Son temas ríspidos. Y que de seguro más los confrontan, opositores políticos que son.
Pero, bueno, mientras las tribus políticas estén bien, basta y sobra. Los ciudadanos de a pie siempre usados “como carne de cañón”.

SEIS. Políticos en el limbo

En el otro lado de la cancha luchan las ONG, las fundaciones, los académicos, la iglesia.
Los Colectivos integrados con padres con hijos desaparecidos. “Las Patronas” de Amatlán. Los activistas.
Varias ONG integradas con maestros de la Universidad Veracruzana, sobre todo, soñando con un Veracruz justo, incluso, en la defensa de los migrantes.
Pero y por lo regular, los alcaldes y los legisladores, en el limbo. Únicamente pensando en su bienestar personal y familiar.
“¡La vida es así y qué le vamos a hacer!”.
Solo queda ajustar cuentas en las urnas…