ciclo de conferencias sobre la narrativa de Gabriel García Márquez desde la llamada "Casa Cien Años de Soledad", en la Ciudad de México, donde el Gabo viviera durante diez años y en donde escribiera la novela que lo llevó a la fama mundial.
Villoro inició el miércoles anterior y cada miércoles a las 19:30 horas, los interesados podrán enlazarse a la página "Casa Cien Años de Soledad" para escuchar la magistral plática que incluye la obra literaria y periodística del Gabo, cuyo apodo cariñoso es tan famoso en el mundo como, entre otros, Maradona y Pelé, "El flaco de oro" y Luis "El Pirata" Fuentes.
Incluso, que Paquita la del barrio.
Durante una hora y unos diez minutos, Villoro en red nacional en el gran festín literario.
Antes, mucho antes, había de viajarse a la ciudad de México, por ejemplo, si una persona deseaba escuchar una conferencia magistral.
Ahora, y por fortuna, con "las benditas redes sociales" basta encender la computadora y con las herramientas tecnológicas enlazarse "en vivo y directo" como testigos presenciales, pues, además, puede participarse con preguntitas.

VILLORO EN VERACRUZ

Conocí a Villoro en una exposición de libros en el Instituto Veracruzano de Cultura, IVEC, tantos años hace que la memoria se ha borrado.
Entonces usaba barba, pero era negra, negra y ahora alterna entre negra y blanca.
Antes tenía mucho pelo y ahora la calvicie le ha ganado, en tanto sigue usando el bigotazo y la barba, pero ya blancas.
Se conserva en buena forma, porque de seguro se ejercita, y mantiene la inteligencia incandescente y lúcida y una memoria prodigiosa.
En el IVEC miraba libros, acompañado de su joven esposa, muy guapa.
Lo miré y admiré, su fan que era, y quedé hipnotizada, atónita, ante mi héroe tan cerca que lo tenía, pero tan lejos por la timidez hereditaria que arrastro.
Sólo me le quedé mirando como un niño a Superman, gran héroe de la infancia.
Luego luego sintió la mirada y me clavó la suya.
Y me puso nerviosa y mejor me retiré del IVEC, en vez, claro, de acercarme y presentarme y punto.
En mi librero tengo unos diez libros de crónicas, cuentos y novelas que ha publicado y me declaro presidenta de su club de fans en el Golfo de México.

EVANGELIOS DEL PERIODISMO

El miércoles 3 de febrero, por ejemplo, entre otras cositas, aprendí una extraordinaria lección para el ejercicio periodístico.
Juan Villoro dijo que los cuatro Evangelios se concitan como obra periodística en la narrativa de García Márquez.
El Evangelio de Mateo: el testimonio de un reportero presencial que está en el lugar de los hechos para el registro puntual de la información.
El Evangelio de Marcos: el cronista, el periodista, tiene un informante, es decir, la llamada fuente informativa.
El Evangelio de Lucas: el reportero recurre a los archivos, incluso, a los rumores, para armar y construir y reconstruir la historia que contará.
Y el Evangelio de Juan: el periodista reportea a su memoria, la información que muchos años después y de la que es testigo permanece en su registro neurológico.
Por eso, incluso, habría de referir que cada año, García Márquez, igual que Carlos Fuentes Macías y Carlos Monsiváis Aceves, solían releer la Biblia, más allá del sentido religioso, porque la consideraban la mejor obra literaria y periodística de todos los tiempos.
Así, por aquí el miércoles en la noche terminó la conferencia de Villoro, de inmediato agarré la Biblia para empezar a releer los cuatro evangelios y era la medianoche cuando seguía pegada al libro.
Desde entonces, amo los miércoles como en la infancia amaba los domingos tomando chocolate hecho por las monjitas de la iglesia alternado con un sabrosísimo pancito recién horneado, por lo regular, unos cuernitos, tan suavecitos que son...