Dos. Los tres directores médicos que van son utilizados como títeres.
Tres. Un sindicato "charro" que se hace tonto sobre los trastupijes.
Cuatro. El secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, que lo permite y tolera, y si lo tolera, hasta cómplice puede ser. En todo caso, el que cacha los beneficios de la revolución obradorista.
Y cinco. El gobernador, a quien dice Cossío, informó de las aguas sucias de las cañerías y le ofreció actuar y nada de nada.

DOS. $8 mil millones en juego

De acuerdo con el empresario, experiencia de 33 años, la suma de los contratos, entre otros, compra de equipos, servicios, limpieza, comida, seguridad, anestesia, laboratorios clínicos, bancos de sangre, ropa hospitalaria, medicamentos, hemodiálisis, etcétera, significa más de ocho mil millones de pesos.
Y, bueno, si se trata de ocho mil millones son palabras mayores, y ni modo los interfectos estén operando a espaldas del jefe máximo, sin el visto bueno.

TRES. Sin denuncia penal, nada sirve...

El empresario tiene, parece, "más que los pelos de la burra en la mano, la burra completa".
Pero..., una cosita significa, por ejemplo, la carta pública, y otra la denuncia mediática, y otra, mil años luz de distancia, la denuncia penal.
Si Alejandro Cossío interpone la denuncia penal en la Fiscalía General de Veracruz, incluso, si de por medio hay recursos federales, en la Fiscalía General de la República, entonces, estará a la altura de la dignidad humana, la resistencia pacífica, la lucha abierta, firme y decidida contra la corrupción.
Si se queda ahí nomás, el camino lleno de veredas para prestarse a una negociación donde, quizá, busque o salga favorecido.

CUATRO. Contratos amañados

De entrada (se antojaría en el "Veracruz se antoja" de la secretaria de Turismo), un cabildeo con los diputados locales y federales de oposición para ver si detienen el oleaje de corrupción.
Más, cuando habla de que por medio hay ocho millones de pesos asignados, dice, "en contratos amañados".
Y "contratos amañados" significa, llanamente, "meter la mano al cajón", "ordeñar la vaca suiza", y suiza, porque puede ordeñarse tres veces al día.

CINCO. El góber, enterado

La nueva lucha social de Cossío se resumen en una frase bíblica, citable, memorable, imborrable:
"En los servicios de Salud (en Veracruz) no falta dinero. Hay un exceso de corrupción".
Por ejemplo: el denunciante precisa, hasta donde se entiende si se entiende bien, que habló con el góber de la 4T. "Ya sabe todo", dice Cossío. "Yo se lo hice saber".
Y aun cuando le ofreciera purificar las asignaciones en la secretaría de Salud, donde hay, dice, "grupo de funcionarios corruptos", nunca, jamás, el góber movió un dedo.
Si la denuncia mediática de Cossío queda en las páginas de los medios se tratará de "las patadas de un chivo en cristalería".
Los días caminan aprisa y con prisa...