“Ahora, me sobran las mujeres”…

ROMPEOLAS: Entre un empresario y un polí­tico, cierto tipo de mujeres prefieren a los polí­ticos… Los polí­ticos tienen, primero, el encanto y la seducción del poder que significa tener a sus órdenes un ejército de colaboradores… Y segundo, la atracción singular del billete fácil y el reparto de cargos públicos… El hombre de la iniciativa privada tiene dinero, pero carece del poder público… Y nada tan irresistible como poner “a los pies de una mujer” un ejército de achichincles, jefes, policí­as, polí­ticos, choferes, escoltas y ayudantes… Por otras razones, pero también porque era bueno para la enagua, a Antonio López de Santa Anna, 3 veces gobernador de Veracruz y once ocasiones presidente de la república, le llamaban el seductor de la patria…

ASTILLEROS: La cercaní­a con un polí­tico abre las puertas a las mujeres polí­ticas… En menos de un sexenio, por ejemplo, suelen desempeñar varios cargos públicos en una carrera insólita… El dí­a de su cumpleaños, “La tigresa” Irma Serrano llegaba a la casa presidencial para cantar las mañanitas a Gustavo Dí­az Ordaz y le valí­a… Incluso, por arte de magia, fue ungida senadora de la república… Marilyn Monroe solí­a esperar desnuda en la alberca con unas botellas de champagne enfriándose al presidente John F. Kennedy, mientras Jacqueline, la esposa, andaba de compras en Parí­s…

ESCOLLERAS: En nombre del poder y el deseo, algunos polí­ticos han impuesto a las amantes en secretarí­as de Estado y secretarí­as del gabinete legal y ampliado… También les han concesionado diputaciones locales y federales y senadurí­as… Siempre en todos los tiempos ha sido así­… El emperador Adriano, por ejemplo, enloqueció con un chiquillo de 17 años, se lo llevó al palacio como efebo y envió a la esposa al otro extremo del reino para vivir su deseo y lujuria a plenitud…

PLAZOLETA: Hay mujeres a quienes gusta la cercaní­a del poder, pero también, el poder mismo… Pero también hay mujeres hábiles y manipuladoras de los deseos de los polí­ticos y las puertas se les abren… Primero, se adueñan de su sexo, y luego, del corazón, y después, de las neuronas… Y en unas de esas, hasta alcohólicos y drogadictos los vuelven… Son los grandes misterios de la relación entre polí­ticos y mujeres cuando, por ejemplo, se topan con mujeres a quienes fascina y encanta el olor a poder…

PALMERAS: Hay, claro, mujeres que se adueñan de “el hacha, la calabaza y la miel” y además de quedarse con el dinero público y el poder, también se quedan con el polí­tico y solo descansan hasta verlo divorciado… Ene número de ejemplos existen en la historia… Incluso, el caso con varios presidentes de la república… Son historias repetitivas y en todos los niveles… El poder público suele durar de 6 a 3 años, pero es avasallante… Y “en la casa del jabonero, el que no cae, resbala”… Pero como dice el proverbio popular, “lo bailado nadie lo quita”…