o a Marte en luna de miel…

ROMPEOLAS: Soñamos con una sabrosí­sima crónica, por ejemplo, donde la hermosa sonrisa de un bebé fuera la noticia principal… O la llegada a los cien años de unos abuelos y sin enfermedades ni achaques, en la lucidez total, caminando como si nada, productivos y creativos… Se darí­a la mitad de la vida y la otra mitad a cambio de un reportaje sobre un polí­tico honesto “a prueba de bomba”, sin escándalos ni acusaciones de corrupción… Y sin negocios lí­citos e ilí­citos… Y sin “aviadores”, “orejas” y espí­as en la nómina…

ASTILLEROS: Pero “soñar no cuesta nada”, y en contraparte, está la realidad avasallante… Cada vez, los medios escurren más sangre… Y si se zangolotean tantito salen huesos… Y si se vuelven a sacudirse caen cadáveres… Y todos los dí­as, en cada nueva edición, las noticias principales son el tiradero de cadáveres y de impunidad… Además, los pleitos burdos y ramplones entre los polí­ticos son “la comidilla del dí­a”… Unos a otros acusándose de pillos y ladrones… Los anteriores, todos deshonestos, y los actuales, ángeles de la pureza… Y los medios al servicio del mejor postor…

ESCOLLERAS: Nadie dudarí­a de que la población ha desarrollado una especie de masoquismo que alcanza la plenitud leyendo noticias malas en los medios… Una especie de kamikaze a la hora de comprar el periódico para leer noticias sombrí­as… Como si el periódico con noticias ruines fuera una droga que el lector necesita para vivir en paz en cada nuevo amanecer… De algún modo reproduce la historia de aquella señora mayor de edad que compraba el diario para leer las esquelas del dí­a y festejar si algún conocido habí­a muerto y ella estaba viva…

PLAZOLETA: En el siglo pasado, en Estados Unidos un periódico de provincia hizo un experimento pensando en la circulación… Durante varias semanas publicó noticias buenas en portada… Y cuando treinta dí­as después hicieron el balance, la circulación iba en caí­da libre porque el lector esperaba noticias truculentas… Un argumento sicológico se impuso… El lector compra el periódico para leer que otras personas, otros pueblos, otras naciones, están más jodidas que él y así­,
digamos, se retroalimenta de optimismo… Y aquel medio volvió a las noticias negras, sin llegar tampoco a las noticias del corazón, todo frivolidad y vanidad…

PALMERAS: Algunos profetas anuncian que las redes sociales, el facebook, los tuiters, anexos y conexos, relevarán al periodismo convencional… Si así­ fuera, caray, el mundo será peor a partir de que con todo y la inmediatez asombrosa están llenas de chismes, intrigas, difamaciones, calumnias, mentiras y mentirotas… Y lo peor, a partir de tuitazos, la vida humana, el prestigio, el nombre, de otras personas, queda hecho talco y polvo… Y más, con los memes que sirven para exhibir a una persona y ridiculizarla… La vida es así­ y nada podemos hacer… Quizá, continuar soñando con “un mundo color de rosa”, mundos imposibles, inaccesibles… En España, por ejemplo, fue acuñada la cita célebre y memorable del periodismo de las tres “Eses”, mucha Sangre, mucho Sexo y pocos Sucesos…