Insólito también cuando, y por ejemplo, en la Universidad Veracruzana concursan plazas y el número de académicos, maestros, profesores aspirantes, se dispara.
Es más, ya desde ahora la fiebre por ocupar la presidencia y la secretarí­a y las 4 consejerí­as de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, está “al rojo vivo”.
“Al rojo vivo” también el número de aspirantes a la presidencia nacional de MORENA donde se registraron más de ciento cincuenta lí­deres.
Y ni se diga de cara a la elección de candidatos a presidentes municipales, sí­ndicos y regidores y diputados locales y federales.
La polí­tica como el termómetro social y económico para calibrar el grado del desempleo.
Y al mismo tiempo, como un paraí­so terrenal, pues los interesados están conscientes de que el salario mensual es privilegiado frente a los sueldos insultantes, muchas veces de hambre, que suelen devengarse.
Bastarí­a referir, por ejemplo, que la presidenta de la CEAPP gana unos ochenta mil pesos mensuales, en tanto un reportero, en el mejor de los casos, y que son excepcionales, gana 8 mil pesos cada mes.
9 plazas en el OPLE con 138 aspirantes, el desempleo en el peor decibel sociológico y económico.

UN OPLE A IMAGEN Y SEMEJANZA DE MORENA

Nadie duda de que los 138 aspirantes a una plaza en el OPLE tienen vocación social por la vida democrática en el Veracruz de “un solo hombre” y un solo partido polí­tico en el poder sexenal.
De igual manera, nadie descartarí­a que estamos ante un fenómeno extraordinario de que los 138 suspirantes tengan la vocación electoral necesitada.
En términos generales, se deriva que tantos aspirantes exhiben, primero, el desempleo de profesionales egresados de la universidad pública y privada y con maestrí­as y doctorados.
Segundo, que en medio del desempleo y subempleo, las puertas laborales están cerradas debido a miles de empresas, industrias, fábricas, negocios, comercios y changarros en la ruina económica.
Tercero, que con todo, la administración pública constituye el paraí­so terrenal dado que significa un empleo seguro y pagado con justicia laboral.
Y cuarto, el paso del OPLE a un cargo público como, por ejemplo, sucediera (el caso más emblemático, indicativo y significativo) con Emeterio López Márquez, quien del organismo electoral pasara a procurador de Justicia con Fidel Herrera Beltrán y luego a una notarí­a pública concesionada fast track, por dedazo.
Más todaví­a, cuando el OPLE calificará las elecciones edilicias y de diputados locales a mediados del año entrante y en donde los partidos polí­ticos desde ahora se están deshilachando y descabezando en el tendedero público.
Son 138 aspirantes para ocupar únicamente 9 plazas y, por tanto, 128 (ciento veintiocho) quedarán fuera.
De entrada, y como premisa universal, la mano de las tribus polí­ticas de MORENA habrá de sentirse en la decisión del OPLE.
El simple hecho de que el góber machetero tome el teléfono o enví­e un correí­to electrónico al OPLE para favorecer a uno que otro aspirante resultará suficiente.
Un OPLE “a imagen y semejanza” de MORENA en el trono estatal, de igual manera como una Fiscal General, una Contralora, un ORFIS y una JUCOPO en la LXV Legislatura.

LA RAYA INVISIBLE

Juan Maldonado Pereda, 4 veces diputado federal, secretario General de Gobierno en la Ciudad de México y secretario de Educación en Veracruz, decí­a que “en polí­tica nunca es el cargo el que hace al hombre, sino el hombre al cargo”.
Por eso mismo, el OPLE (como en el ORFIS, la Contralorí­a y la Junta de Coordinación Polí­tica del Congreso local) necesita funcionarios, primero, con gran conocimiento y dominio electoral, y segundo, con autoridad moral “a prueba de bomba”, tercero con una biografí­a fuera de duda, y cuarto, con el respeto y la respetabilidad polí­tica.
El dictamen del OPLE en cualquier proceso electoral es sagrado. Y aun cuando los inconformes pueden acudir al Tribunal, la base, los cimientos, la fortaleza de un caso está en el Organismo Público Local Electoral.
En la concesión de las 9 plazas abiertas considerarán la premisa anterior, porque cada comicio suele ubicarse entre la espada y la espada para obtener un ganador, pues la historia demuestra que siempre hay inconformes y contestatarios arguyendo fraude, como en los recientes casos de Coahuila con alcaldes e Hidalgo con diputados locales donde el PRI se apuntaló.
Además, entre el OPLE y el gobierno de Veracruz en turno suele existir una raya invisible que en cualquier momento puede transgredirse.