A partir de los comicios de mediados del año entrante, los ediles (presidentes municipales, sí­ndicos y regidores) tendrán oportunidad de oro para volverse cirqueros de la polí­tica.
Cobijados en la ley brincar durante 7 años consecutivos pasarí­an de alcaldes a sí­ndicos y regidores y de sí­ndicos y regidores a presidentes.
Los polí­ticos se sacaron el premio mayor de la Loterí­a Nacional sin comprar un cachito.

DOS. Sí­ Reelección

Nada, pues, dejar pasar un periodo para volver al poder.
El famoso Sufragio Efectivo, No Reelección, ideado por el polí­tico José Vasconcelos Calderón, reproducido por Ricardo Flores Magón en el periódico “Regeneración” y adoptado por Francisco Ignacio Madero como lema antiporfirista, se ha ido por las cañerí­as putrefactas de la polí­tica.
A reelegirse… como si se tratara de la sublimidad democrática. Los puros entre los impuros. Los enviados de Dios. Los mesí­as.

TRES. De alcaldes a sí­ndicos

Fue plan con maña. Los llamados en la antigua Roma “conscriptos de la patria” cambiaron la ley.
Y de 4 años que era el periodo constitucional de los alcaldes lo redujeron a 3 años, pero con la posibilidad de reelegirse otro periodo para completar 6 años, los mismos del gobernador y del presidente de la república.
Y como postre, también pueden brincar de alcaldes a sí­ndicos.

CUATRO. Aclarar paradas

El experto electoral, quizá el polí­tico con mayor conocimiento y dominio de la ley electoral, Ceferino Tejeda Uscanga, quien estuvo en el antiguo Instituto Federal Electoral, ahora INE, y en el OPLE y fue secretario de Acción Electoral en el CEN del PRI, participó en reunión del Organismo Público Local Electoral y expuso la confusión con el nuevo clausulado que asestó golpe de estado al Sufragio Efectivo No Reelección.
Entonces, planteó precisar el alcance de la ley vaya a ser que de pronto los actuales ediles se lancen por la reelección y a la mitad del rí­o haya impugnaciones y el Tribunal Electoral los tumbe del caballo.

CINCO. “Dejé de ser alcalde y dejé de ser pobre”

Pero “mientras son peras o manzanas”, la ley fue modificada y los ediles pueden negociar el brinco polí­tico para alcanzar la dicha y la felicidad.
Más con la fama pública que en el ejercicio del poder desde un Ayuntamiento, los ediles y los funcionarios de confianza pueden “ordeñar la vaca” y hacer negocitos lí­citos e ilí­citos.
Lo decí­a un ex presidente municipal del PRI de la siguiente manera:
“Dejé de ser alcalde y dejé de ser pobre”.

SEIS. “Honestos a prueba de bomba”

Las tentaciones del poder son muy canijas.
El presidente ílvaro Obregón, profundo conocedor de la naturaleza humana, lo decí­a así­:
“No hay general que resista un cañonazo de 50 mil pesos”.
Enrique Peña Nieto lo manifestó de la siguiente manera hablando de la corrupción polí­tica:
“Aquel que esté libre de pecado… que tire la primera piedra”.
Luego dijo a Rosario Robles Berlanga, secretario de Desarrollo Social y Desarrollo Urbano:
“No te preocupes, Rosario”.
Entonces, y con todo y la 4T, la purificación moral y la honestidad valiente, resulta difí­cil, una hazaña, un milagro, creer que por decreto y nada más porque el presidente de la república es honesto, la polí­tica se ha llenado de mujeres y hombres í­ntegros, honrados y honestos “a prueba de bomba”.