“Tardes de Ciencia”.
La actividad forma parte del segundo periodo 2020 de esta iniciativa, impulsada por la Dirección General de Investigaciones (DGI) de la UV y el programa “Sábados en la Ciencia”, y tendrá lugar el 29 de septiembre, a las 17:00 horas, a través de la plataforma Cisco WebEx.
Garcí­a Oramas, quien también es investigadora y activista en temas de género, destacó que la pandemia de Covid-19 ha reconfigurado la vida cotidiana de las personas, en términos de los espacios que habitan y el tiempo que dedican a sus actividades, así­ como en la manera en que se relacionan con los demás.
Actualmente, abundó, tareas comúnmente atribuidas a la mujer, como el confinamiento en el hogar, cuidado y manejo de las emociones, se encuentran en el centro de la vida social, a diferencia del mundo masculinizado, caracterizado por la competencia social, el trabajo productivo y el desarrollo personal hacia el éxito individual.
“De repente eso cambió y creo que va a reconfigurar mucho el escenario de las relaciones sociales por venir”.
En este sentido, se plantean interrogantes sobre las posibilidades que abre la pandemia a la equidad de género, apuntó la investigadora.
Garcí­a Oramas expuso que el hogar siempre ha sido considerado como un espacio femenino, incluso hay muchas mujeres que han vivido confinadas durante siglos, pues en muchas culturas y tradiciones el encierro representa vida, pertenencia y adscripción.
Sin embargo, es importante hablar de las relaciones familiares, í­ntimas y cotidianas que se han detonado a causa del confinamiento obligatorio por cuestiones de salud, y que han puesto en relieve muchas situaciones que las feministas han discutido por años.
La Maestra en Estudios de Género por la New School University en Nueva York y Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Parí­s X Nanterre, Francia, subrayó que de ahora en adelante deben repensarse tres aspectos fundamentales.
El primero corresponde a la importancia de los trabajos de reproducción de la vida, los de cuidado que siempre habí­an sido considerados como secundarios.
El segundo es la violencia intrafamiliar, de la cual las mujeres han sido ví­ctimas dentro de su propio hogar, y con el confinamiento se ha visibilizado aún más. Por ello, es necesario repensar la situación de peligro y riesgo al que están expuestas ellas y sus hijos.
“Por primera vez se han buscado polí­ticas para atender la violencia de género en el ámbito de la vida privada en el hogar”.
El tercer aspecto se refiere a la relevancia de la vida emocional, pues la expresión y pensamiento de las emociones es un atributo que corresponde únicamente a las mujeres.
Pero ahora, el equilibrio de la vida emocional debe tener un lugar preponderante para poder resistir a estos tiempos de pandemia.
“Las emociones no solamente cuentan para el trabajo productivo sino para vivir, crear una estabilidad emocional, enfrentar el estrés y la depresión”, concluyó.