Zopitoletes de AMLO
•Otra vez, vs reporteros
•Discordia en vez de concordia
ESCALERAS: ¡El Señor Presidente de la república desencanta! ¡En vez de la concordia, la discordia! ¡En vez de la inteligencia incandescente y el talento, el hígado!
Ahora, de nuevo se lanza contra los medios. Les llamó "zopitoletes", quizá la palabra, digamos, tabasqueña, resultante de conjugar el término zopilote con el tolete policiaco, para golpear su sexenio.
Luis Velázquez
Y "zopitoletes" porque, dice, todos los días la prensa vive obsesionada con publicar el número de muertos por el COVID en el país.
Y publicar la estadística de la muerte en las portadas y espacios estelares con el único objetivo, vaya descubrimiento, de que le vaya mal a su gobierno, como si la gran prensa, por ejemplo, estuviera, como en el tiempo de Benito Juárez, financiaba por el sobrino del dictador Porfirio Díaz Mori, Félix Díaz, en alianza con el general Victoriano Huerta y el embajador de Estados Unidos en México.
PASAMANOS: El Señor Presidente insiste en que los medios conspiran en su contra, porque además de belicoso, su ADN, le disgusta y molesta el periodismo crítico. Y liga y relaciona con los neoliberales, conservadores y cúpulas empresariales, ahora cuando ha dejado de hablar de "la mafia en el poder", una parte, las televisoras está en su pajar.
La lista es amplia, entre otros, ha incluido a Enrique Krauze, Jorge Germán Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Denise Dresser, Lorenzo Zuckerman, Raymundo Riva Palacio, Carlos Loret de Mola, Carlos Marín y Joaquín López Dóriga.
Satanizados por López Obrador, "los zopitoletes" pronto recibirán el bombardeo de los chairos, soldados de la patria, siervos de la nacíón, mesiánicos e iluminados y a quienes les darán duro y tupido en las redes sociales, como es una de las características del obradorismo.
CORREDORES: Ricardo Flores Magón formó el Partido Liberal para luchar contra la dictadura de Porfirio Díaz Mori. Terminó 41 veces en la cárcel, donde muriera, en Estados Unidos, unos dicen que asesinado con un cuchillo.
Pero en el caso, mucho se duda que Krauze, Aguilar, Dresser, Zuckerman y/o Riva Palacios, busquen derrocar a López Obrador ni menos, mucho menos, integrar un partido político opositor.
Y, bueno, si los medios publican todos los días la estadística de la muerte por COVID, caray, entonces, que suspendan las conferencias de prensa de las tardes dando el parte de muertos por el coronavirus como tal cual aplica el subsecretario de Salud, Hugo López.
BALCONES: Dijo el Señor Presidente: “Tenemos a toda la chombada, a toda la zopilotada buscando tener elementos para cuestionarnos, porque ni esto los detiene. En vez de actuar de manera solidaria, quisieran que nos fuera mal”.
¡Vaya obsesiva obsesión!
Nadie lo quiere tumbar. Ni desea le vaya mal. En todo caso, es parte del ejercicio, primero, informativo, y segundo, opinativo (Comentocracia le llaman), cumpliendo la tarea, y en ningún momento porque formen parte de una conspiración como desde su imaginación tropical López Obrador insiste en mirarla.
PASILLOS: En todos los tiempos, el periodismo ha mirado, digamos, las cosas malas, negativas, de la vida. Por eso resulta inverosímil que López Obrador se queje de que los columnistas y articulistas "publican sus textos enfocándose únicamente en registrar el número de contagios y muertos. Es muy lamentable que estén buscando eso".
El Señor Presidente quiere una prensa a su medida. En todo caso, que copie a Francisco Ignacio Madero quien financiara un periódico a su hermano Gustavo, Nueva Era, para defenderlo, y/o a Porfirio Díaz subsidiando la primera gran rotativa del país a su amigo Reyes Spíndola para el periódico "El Universal".
En realidad, solo está reproduciendo la frase bíblica de Ronald Reagan cuando preguntaba a la prensa "si estás conmigo o estás contra mí".