Caravanas de autos
•Eran políticas
•Ahora, socialiteras
UNO. Caravanas automovilísticas
El COVID ha puesto la imaginación en la cancha pública y privada. Por ejemplo, si la gente desea expresarse entonces trepa en sus automóviles y organiza caravanas y circula en las calles y avenidas y en las colonias y fraccionamientos armando tremendo escándalo con los bocinazos.
Luis Velázquez
Y de acuerdo con la naturaleza de la caravana, los signos y los símbolos que cada pasajero abandera en las manos.
Las caravanas se han vuelto polisémicas. De todo tipo. De algún modo, así luchan contra el confinamiento antes, mucho antes, de enloquecer.
DOS. Marchas vs AMLO
Las primeras caravanas en tomar carta de adopción fueron las políticas. Decenas de conductores treparon en coches y circularon en las calles y los bulevares de sus pueblos en contra de López Obrador, el presidente de la república.
“¡Vete, AMLO, no te queremos!” expresaban en las cartulinas ondeando en el espacio giratorio.
Nunca, nadie, conoció la identidad de los tripulantes. Eran mujeres y hombres. Jóvenes y mayores de edad.
Al momento, han organizado varias. Muchos las atribuyeron a empresarios integrados en sus cúpulas nacionales y estatales como parte de una resistencia pacífica.
TRES. Fin de cursos
Luego siguieron las caravanas estudiantiles. Montón de chicos terminando el bachillerato y como suspendieron el baile de graduación, entonces, subían en sus coches y rodaban en el bulevar ida y vuelta, sonando las bocinas, gritoneando, quizá, digamos, con unas copitas para mantener la efervescencia.
Incluso, hubo quienes organizaron la foto estudiantil y fueron citados uno por uno cada quince minutos en un salón social y de ahí, a la caravana.
Tal cual, canalizaron su alegría de vivir y festinaron el fin de un ciclo escolar. Ahora, quedaron esperanzados que en el mes de diciembre, cuando, ajá, el COVID se haya ido, tendrán la fiesta de graduación.
CUATRO. Caravanas infantiles
Entonces, llegó otro tipo de caravana automovilística. Digamos, la infantil.
Dada la encerrona que todos vivimos y padecemos, 5 meses en el confinamiento, los niños que cumplen años tienen fiestón.
Y el fiestón es la caravana. Los padres con los niños en sus automóviles circulando en el bulevar, incluso, con la foto del cumpleañero mostrada al aire y la parte complementaria, los bocinazos.
Hay carros adornados con globos multicolores. Unos niños, vestidos de payasos. Y hasta Superman trepado en una camioneta de redilas para la alegría infantil, pendientes los niños de que el héroe legendario de todos los tiempos pudiera volar…
CINCO. Las cumpleañeras
El círculo de las caravanas automovilísticas se ha cerrado, y por ahora, celebrando a las señoras que cumplen años.
Montón de coches desfilando enfrente de la casa de la señora como parte, digamos, de una gran sorpresa.
Varios autos con globos de colores. En el coche de atrás cargando el pastel para entregar a la señito.
Y cuando la cumpleañera sale a la calle sobre la banqueta de su casa, entonces, bocinazo universal de todos, la alegría de estar vivos.
SEIS. Chicas taiboleras
Solo falta que las chicas taiboleras organicen caravana, digamos, trepadas en automóviles deportivos para mostrarse y lucirse, en tanto algunos chicos por ahí vayan dejando tarjetas de presentación a los peatones.
Ellas fueron las primeros en convocar la imaginación en el tiempo del desplome económico generado por la pandemia.
Empezaron con el table-dance a domicilio, y aun cuando se ignora el resultado, el caso es que luego derivaron al table-dance virtual, y por tanto, el paso siguiente es, sería, la caravana taibolera.
En tiempo de crisis epidemiológica, económica y social, la imaginación suele abrir puertas…