a su Ailett Garcí­a Cayetano, jefa jurí­dica de la secretarí­a de Seguridad Pública, para magistrada del Tribunal Superior de Justicia, como si en verdad tuviera la experiencia suficiente.

LUNES
“El miedo no anda en burro”

En su momento dijo que nunca endeudarí­a más a Veracruz y lleva varios créditos, con todo y que en cada empréstito solicitado, cabildeado y logrado, las instituciones bancarias beneficiadas son generosamente recí­procas.
En la demagogia cacarea un bloque de gobernadores afines para blindar a López Obrador “por el bien de México” según dice, reproduciendo el viejo sistema polí­tico priista donde el presidente de la república era glorificado como el dios terrenal.
“Se corta las manos” por los llamados “pobres entre los pobres”, simplemente gente viviendo en la miseria, y en veinte meses, solo dos, tres ocasiones ha visitado las regiones indí­genas habitadas por un millón de paisanos en la pobreza más atroz.
Y en 2, 3 demarcaciones han andado de girita por conflictos estallados.
Una, por ejemplo, en Soteapan, cuando la población tomó la presa Yuribia y salió “de piernas”.
Y otra, cuando los vecinos de Soledad Atzompa detuvieron, lincharon y prendieron fuego a un sexteto de secuestradores de maestros y llegó a la cabecera municipal, nunca a la comunidad del desastre y el infierno, acompañado de par de helicópteros sobrevolando su viaje y veinte patrullas policiacas.

MARTES
Peor resultado social

En el mes de diciembre del año 2019 ofreció que en dos años pacificarí­a Veracruz, de igual manera como Fernando Gutiérrez Barrios, El hombre-leyenda, lo aplicara en los primeros cuarenta dí­as enfrentando a “La Sonora Matancera”.
Veinte meses después, Veracruz, un tiradero de cadáveres y de impunidad.
Y “la noche tibia y callada” de Agustí­n Lara, en el primer lugar nacional en secuestros, feminicidios y extorsiones, en tanto el sexenio de MORENA sigue cacareando en la plaza pública, ¡vaya hoguera de vanidades frí­volas!, que el í­ndice delictivo va a la baja, en caí­da libre.
El oleaje de violencia, incertidumbre, inseguridad, zozobra e impunidad, el peor resultado social expresando la incompetencia, ineficacia e ineficiencia polí­tica.
Lo peor, creyendo la tribu guinda y marrón que van bien. Y que la población electoral les respeta. Y que nadie se pitorrea de ellos y sus vocecitas petulantes.
Y aun cuando tantas debilidades juntas y empalmadas constituyen el mayor arsenal, cóctel explosivo, para la oposición, como el góber y los suyos ya perdieron el control de la realidad, entonces, viven “atrapados y sin salida” en su mundo color de rosa y han terminado creyendo sus propias mentiras.

MIÉRCOLES
El góber belicoso

Sin pestañear, mantiene un discurso belicoso con la mayor parte de los sectores sociales.
Lo más indicativo, por ejemplo, el bombardeo con el Arzobispo y parte de los Obispos y parte de los sacerdotes, muchos, sin embargo, que prefieren llevar la fiesta en paz y se agachan.
El fuego enemigo a Hipólito Reyes Larios, por ejemplo, le hace “sonar los tambores de guerra”, y “como tira la piedra y esconde la mano” enví­a al palenque a su bravucón, el secretario General de Gobierno, quien, en contraparte, sigue coleccionando cargos públicos para su gente, la mayor parte, mujeres, como en el caso de la Fiscalí­a General, el Tribunal Superior de Justicia, la Contralorí­a, el IVAI, el DIF y el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior.
Por vez primera en varios sexenios, desde el gobierno de Veracruz el bombardeo a la elite eclesiástica.
Se ignora si porque López Obrador es cristiano evangélico y se congracia. O porque le vale. O porque es ateo. O porque se siente muy fregón, cuando la historia demuestra que las elecciones también se pierden en la homilí­a dominical, el santo rosario y el confesionario.

JUEVES
Asalto al palacio

Discurso oficial sin hechos, también con desdén. Por ejemplo:
Las cúpulas empresariales, sobre todo, la industria de la construcción están dolidas, molestas, inconformes, irritadas porque la obra pública importante ha sido concesionada por dedazo, simple asignación, a empresas foráneas.
Y el resultado es impresionante, más, en el tiempo del coronavirus y la recesión. Constructoras quebradas, vendiendo equipo para sobrellevar las circunstancias. Empresas cerradas. Empleados despedidos.
Y por más y más documentados los hechos en la realidad, nada pasa.
El desdén. La indiferencia. El valemadrismo.
Pareciera así­, una generación polí­tica que llegó para asaltar el palacio, el gobierno y el poder.
La primera muestra fue, y con toda la desfachatez del mundo, cuando en los primeros meses varios secretarios del gabinete legal, empezando por el mismo gobernador, impusieron a familiares, cuates, amigos, socios, aliados, cómplices, en cargos públicos.
Y cuando el caso del primo hermano, Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas y Planeación, fue puesto en el tapete, ordenó a la primera Contralora, Leslie Garibo, avalara el nepotismo, tan obediente que fue, y después, simple y llanamente, la despidió, y sin una explicación.
Yo soy el Estado dijo Luis XIV. Aquí­ mando yo, exclamó la Fiscal General cuando tomara posesión.
El autoritarismo, en su dimensión priista más intensa, abusiva, prepotente y soberbia.

VIERNES
La silla embrujada del palacio

Glorificado y enaltecido por López Obrador es para que fuera un gran gobernador.
A la altura, digamos, de Teodoro A. Dehesa con Porfirio Dí­az. Cándido Aguilar con Venustiano Carranza. Adalberto Tejeda Olivares con ílvaro Obregón. Miguel Alemán Valdés con Manuel ívila Camacho. Adolfo Ruiz Cortines con Miguel Alemán padre. Fernando Gutiérrez Barrios con Miguel de la Madrid. Dante Delgado Rannauro con Carlos Salinas. Fidel Herrera Beltrán con Vicente Fox Quesada y a quien se le metió hasta la cocina.
Pero, bueno, “nadie espera peras del olmo”. Tampoco, milagros de la nada.
Insustancial que fue, cero a la izquierda, en el Congreso de la Unión, ingresado en la vida pública como fifí­ y sabadaba, suertudo con par de plazas académicas y de tiempo completo en la UV y CETIS y sigue como fifí­ y sabadaba.
La silla embrujada del palacio la siente como un trofeo que merecí­a y así­ ejerce el poder.
Nadie dudarí­a que en un examen sobre las regiones indí­genas de Veracruz saldrí­a reprobado con la menor calificación, además.
Lo peor es que pareciera que López Obrador nunca se ha dado cuenta de la pifia cometida considerando que el tabasqueño construyó su nombre, prestigio y crédito abanderando a los pobres.