enferma del coronavirus.
En Soledad de Doblado, un panadero murió sentado en sillón tlacotalpeño en la sala de su casa y únicamente lo sepultaron su esposa, dos hijos y un hermano.
En otro pueblo de Veracruz, un hombre murió en la banqueta, a unos pasos del hospital, pues ya no alcanzó a llegar.
En otro pueblo, un hombre falleció en la calle, caminando.
En Xalapa, falleció Linda Castro Gainza, subsecretaria de Seguridad Pública, enaltecida en las redes sociales por el titular de la SSP.
Las versiones de que en la Beneficencia Española, ahora Hospital Español, en la ciudad de Veracruz, exigen 50 mil pesos de depósito a los familiares de los pacientes internados y una vez que se agota el depósito, otros 50 mil pesos, y así­, de manera incesante.
En Boca del Rí­o, la muerte de una madre por el COVID. Y de un hijo dí­as después. Y de otro hijo, una semana más tarde. Y otro hijo, ahora, contagiado, luego de aplicarse la prueba por la que cobraron tres mil pesos en un hospital privado, pues en la secretarí­a de Salud le dijeron que están saturados.
"El serrucho", personaje viral en las redes sociales, Edgar Ramos, en convalecencia, pidiendo a la población tome en serio, muy en serio, la pandemia.
En varios pueblos rurales de Veracruz, la gente, asegurando que el covid es un invento.
En Coatzacoalcos, el festí­n de que hospital materno infantil de la secretarí­a de Salud fue habilitado para los enfermos...pero solo con veinte camas, pues tal es la capacidad, cuando cada vez más y más y más enfermos.
Amnistí­a Internacional asegurando que México figura entre los cinco paí­ses del mundo con más muertos del personal sanitario, en tanto el subsecretario de Salud, Hugo López, asegurando que comparar a México con otros paí­ses en los estragos epidemiológicos es una falacia.
Y López Obrador, caray, repitiendo su estribillo tan conocido de que las crí­ticas contra Hugo López "son para hacernos daños", casi casi como su góber precioso, fifí­ y sabadaba de Veracruz de que hay una conspiración que lo quiere derrocar en los comicios de mediados del año entrante.
Y los paisanos de Veracruz, migrantes en Estados Unidos, regresando a sus pueblos, pero en féretros y en urnas reducidos a cenizas, pues allá fallecieron por el COVID, y sus restos entregados a familiares 3, 4, meses después.

ALCALDESA BRAGADA
En varios pueblos de Veracruz, el Toque de Queda, luego de la comelitona y el bailongo en Tlacotalpan, la carrerita de caballos en Jamapa y el festí­n religioso en la ví­a pública en Xico y la reapertura de playas en Boca del Rí­o de las once a las 18 horas, ajá.
En Tetela, el primer pueblo con Toque de Queda, de manera oficial.
Pero, por ejemplo, en Tamiahua, el primero con la alcaldesa bragada quien desde un principio lo aplicó, digamos, de manera virtual.
Uno. Prohibido el acceso al pueblo de gente extraña y con vigilancia.
Dos. Prohibido el acceso a las playas y con vigilancia.
Y tres. Guardias sanitarias en cada comunidad para vigilar el uso de tapa-cobas y la sana distancia y evitar desórdenes, fiestecitas, comelitonas, bailongos, carreritas de caballos y festines religiosos.
Además, sin pedir permiso a la secretarí­a de Salud.
El único, legí­timo argumento, proteger a la población, aquella que la eligiera presidenta municipal en las urnas.
Los dí­as y las noches, dejando huellas duras y sombrí­as.