Los dos, presidentes de las sociedades de alumnos… Más de cincuenta años después, una amistad “a prueba de bomba”…

ROMPEOLAS: Ovalle, por ejemplo, fue a los 26 años de edad, secretario particular del presidente Luis Echeverrí­a ílvarez, y luego ascendido a secretario de la Presidencia de la República… José López Portillo lo citó en su búnker presidente electo y le dijo qué cargo le darí­a si ya habí­a desempeñado uno de los más altos… Entonces lo nombró director del Instituto Nacional Indigenista y en donde su vida se cruzó y empalmó con el joven Andrés Manuel López Obrador, A.M.L.O… López Obrador fue recomendado con Ovalle por el secretario de Recursos Hidráulicos de Echeverrí­a, Leandro Rovirosa Wade, quien también fue gobernador de Tabasco… Ovalle también fue Embajador de México en América Latina…

ASTILLEROS: Villasana inició a los 27 años como secretario de Acuerdos con el presidente Echeverrí­a… Luego caminó en varias dependencias federales, por ejemplo, en la secretarí­a de Gobernación (Julio Patiño, Hugo Cervantes del Rí­o) y en las secretarí­as de Trabajo y Previsión Social y de Educación… También en la Procuradurí­a General de la República… Después, presidente municipal en su pueblo, Cosamaloapan…Y en el gobierno de Veracruz como director de TV Más, director del Instituto de la Cultura e inspector de la secretarí­a de Salud asignado en la zona portuaria…

ESCOLLERAS: En aquel tiempo de Luis Echeverrí­a, Villasana conoció el otro lado polí­tico y humano de Ovalle… Por ejemplo, secretario particular del presidente de la república, en la fiesta del 15 de septiembre, Ovalle, Villasana y Juan José Bremer, llegaron con sus esposas al Palacio Nacional… Y los militares de la secretarí­a de la Defensa Nacional asignados como miembros del Estado Mayor Presidencial no los dejaron entrar, tan jóvenes que eran… Entonces, Ovalle, sin alardear de su cargo, les dijo que estaba bien y cumplieran con su deber… En tanto dijo a Villasana y Bremer que, ni hablar, se retirarí­an porque estaban vedados…

PLAZOLETA: Alguien por ahí­ dijo al Estado Mayor que Ovalle era el secretario particular de Echeverrí­a y uno de los militares se disculpó y les dejó pasar… Ovalle le dijo: “Le felicito porque cumple con su deber, pero hágalo bien”… Una lección de sencillez y humildad que siempre Villasana recuerda porque significa el retrato ideal de un hombre público y un polí­tico… Pero hay otra lección superior… Luego de tantos cargos públicos, y a los 75 años, Ignacio Ovalle sigue trabajando, primero porque es un polí­tico honesto y segundo porque nunca, jamás, “ordeñó la vaca” con sentido patrimonialista para enriquecerse en un dos por tres y tercero porque si dejara de trabajar tendrí­a problemas económicos en la siguiente quincena…

PALMERAS: Es, con todo, el mismo retrato público de Villasana… Por ejemplo, durante 3 sexenios laboró en el gobierno federal en buenos cargos y en Veracruz con Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte y Miguel íngel Yunes Linares y siempre vivió “con la medianí­a de su salario”… Y muchos años después sólo tiene una casita en Xalapa donde vive con su señora esposa… La vida de un polí­tico honrado que nunca arañó el presupuesto…