Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Las cartulinas hablando: "¡Fuera AMLO!!". "¡En Córdoba no te queremos!".
La caravana tuvo ahora cabezas visibles. Una, el hotelero Juan José Layún Fernández. Y el dos, el abogado Pablo Martí­nez.
De semana en semana, el feliz y dichoso cotorreo para los participantes.
Al ratito, y como se ha vuelto natural en este paí­s polarizado entre buenos y malos, obradoristas y contra obradoristas, siervos de la nación y emisarios del pasado, la 4T y sus feligreses encabezarán otra caravana gritoneando que AMLO es el mesí­as social que México necesitaba.
Incluso, el mismo presidente de la república ya lo dijo antes.
Soy el presidente de la república más golpeado en la historia nacional.
Más, claro, que Antonio López de Santa Anna cuando vendió parte importante de la frontera norte y a precio barato.
Más que Carlos Salinas, tan vilipendiado por el asesinato de unos seiscientos perredistas, muchos de ellos fans de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Más que José López Portillo con "La colina del perro".
Más que Gustavo Dí­az Ordaz con la masacre estudiantil en la plaza de Tlatelolco el dos de octubre de 1968.

MELLA DE CUITLíHUAC EN A.M.L.O.
Se ignora si tales caravanas automovilí­sticas incidan en el corazón social creando y recreando opinión adversa a AMLO.
Se ignora si el millón de indí­genas, los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, más los millones de clases medias, queden impactados con tales marchas de protesta trepados todos en sus coches.
Se ignora si las marchas de los chairos, siervos de la nación y soldados de la patria defendiendo a AMLO surtan efecto y, digamos, contrarrestarí­an a las caravas automovilí­sticas cada vez multiplicadas en las cabeceras municipales urbanas.
Pero, bueno, ahí­ siguen como parte, todo indica, de un operativo nacional tendiente, y de entrada, a ganar terreno electoral a Morena de cara a las elecciones de mediados del año entrante de presidentes municipales y diputados locales y federales en Veracruz.
Nadie puede negar el desencanto social originado por la tribu guinda y marrón en el palacio de gobierno de Xalapa.
A, la inseguridad.
B, la impunidad.
C, el desempleo, el subempleo y los salarios insultantes.
D, la baja calidad educativa.
E, la peor polí­tica sanitaria en el tiempo del COVID.
F, la fama pública de la asignación por dedazo de la obra pública a empresas foráneas.
G, una elite guinda y marrón igual, igualita a sus antecesores priistas y panistas con la soberbia y la altivez y el nepotismo y el tráfico de influencias y conflictos de interés.
El estilo de gobernar de Cuitláhuac Garcí­a y su gabinete legal y ampliado desplomando el liderazgo social de AMLO.