El sexo, recuerda el viejito del rancho, vende. “El sexo mueve al mundo” decí­a el otro viejito, Sigmund Freud.
Y aun cuando solo permite mirar y admirar, quizá, mujeres bellas, bonitas, atractivas, posibilitarí­a el sexo virtual en el tiempo de los abracitos y besitos en lí­nea.
Total, la imaginación nunca ha tenido lí­mites ni frenos.

DOS. Oferta tecnológica
Semanas anteriores, los titulares se ocuparon del table dance a domicilio ofrecido por chicas de antros, con y sin servicio sexual.
Y aun cuando las casas de citas cerraron, de cualquier forma la oferta era tecnológica. En el celular.
Pero como estaba prohibido salir y que ahora andan por ahí­ levantando ya la cuarentena en un Veracruz donde cada vez hay más muertos, las visitas a las páginas pornográficas alcanzan decibeles elevados.

TRES. Sexo por Internet
Según la empresa de seguridad informática, Kaspersky (Diario de Xalapa), los trabajadores laborando en lí­nea desde sus casas utilizan los dispositivos para acceder a la pornografí­a.
Incluso, alternan el horario laboral de cada dí­a con un recorrido porno.
Indicativo, porque muchos empleados se llevaron las computadoras de las oficinas y empresas a casa y desde ahí­ se dan gusto.
Y como en casa nadie los vigila ni fiscaliza, encerrados en sus recámaras, por ejemplo, 4 horas de la jornada laboral chambean y 4 horas tienen sexo por internet.

CUATRO. Su/Sana adicción
Llevamos unos 4 meses de encierro en el domicilio particular. Suficientes para que el sexo virtual y/o el viaje pornográfico por Internet crea, más que sana distancia, sana adicción por el sexo.
El informe de Kaspersky se llama “Cómo COVID-19 cambió la forma en que las personas trabajan”.
Más vale a las casas de citas, primero, crear y recrear su página porno, y segundo, ofertar servicios ya en lí­nea como las llamas telefónicas porno de Estados Unidos que cobran por el servicio, o ya haciendo citas personales.
Los moteles están abiertos. Y han sido desinfectados para evitar riesgos de contagio.
Incluso, según las versiones uno que otro motel tienen en venta como bisuterí­a uniformes COVID…a tono con el tiempo que se vive.

CINCO. Tentación permanente
Mucha vigilancia, entonces, de los padres de familia con el celular de los hijos menores. Más, si tienen Internet en casa.
Las páginas pornos son tentación permanente, aunque sea por mera curiosidad. Y la fiebre por mirarlas es más poderosa que cualquier Liga de la Decencia Católica apostando a la purificación moral.
Es más, la Cartilla Moral que por ahí­ distribuyen los cristianos evangélicos con salarios oficiales desde Palacio Nacional, ningún efecto tienen para evitar el acceso a las páginas porno de los menores de edad.

SEIS. Un miembro viril en la red
La otra incidencia es que desde las páginas XXX hay un ataque masivo a teléfonos celulares para despertar el interés de los cibernautas y amarrar las visitas.
De hecho y derecho, como el bombardeo masivo de páginas y correos desconocidos al whatsapp.
El otro dí­a, tiempo del COVID, a una señora de 65 años llegó a su celular la foto de un miembro viril poniéndose a sus órdenes en una página cien por ciento pornográfica.
La señora lo miró y casi le da ataque cardí­aco. Y de inmediato pidió ayuda para que se lo borraran, aun cuando quedó intrigada con el remitente.