Cartita Abierta
•Mi héroe nuclear
•Desafía a la muerte
•Guardó piyama-bata
Nadezdha Vergel
Secretario de Salud.
Don Roberto:
Es usted mi héroe nuclear. Primera vez en 19 meses de secretario de Salud en que usted aparece sin su bata gigantesca que parece piyama. Cambió usted su piyama/bata por el uniforme nuclear en el tiempo del...
coronavirus y le pusieron con cinta masking tape su nombre en letras de molde sobre el pecho y asistió a un hospital civil de Xalapa para llevar, digamos, consuelo a enfermos del COVID.
Mientras el secretario de Salud federal, Hugo López, arriesga la vida ejercitándose en parque público sin cubre-bocas y comiendo tortas en la vía pública, usted espera a los pacientes con traje nuclear en el Velódromo, habilitado como hospital en un tiempo cuando los hospitales públicos y privados están saturados.
Y cuando, ajá, la secretaría de Salud federal anuncia la marcha atrás con el semáforo naranja en Veracruz y otra vez, ni modo, el semáforo rojo en la mayor parte de los municipios.
Todos ustedes así nos han traído.
Por la senda de las adivinanzas, a prueba de acierto y error con los ojos cerrados.
Que ya se puede levantar la cuarentena.
Que los restaurantes, plazas comerciales, bares, casas de masaje y hasta las iglesias pueden reabrir sus puertas.
Que todos pueden salir a la calle para trabajar.
Que la normalidad ya está.
Y de pronto, zas, el revire.
Y usted, con su traje nuclear.
En tanto, montón de burócratas, enfermeras y médicos del Seguro Social en Veracruz, por ejemplo (se habla de cuatrocientos), han migrado de sus hospitales públicos temerosos de quedar contagiados como de hecho y derecho está sucediendo.
EL ROTOPLAS DEL COVID
Es usted, doctor, el discípulo más aventajado en Veracruz de Hipócrates. Primero, después, y por encima de su salud, la salud colectiva. La salud de la población pobre y jodida.
Claro, ninguna necesidad había de que le pusieran la cinta masking tape con su nombre sobre el pecho.
Pero, bueno, primero, así ocurre con la frivolidad cuando se tiene y vive a plenitud.
Segundo, cuando encaramados en el poder los hombres enloquecen con los titulares y el incienso aunque sea humo.
Y tercero, para que el góber bendecido por Amlo lo siga bendiciendo a usted como en aquel tiempo del fotomontaje, ajá, cibernético del besito a un chico sureño.
Con todo, nada como la discreción, el bajo perfil, "hacer el bien sin mirar a quien", lejos de las candilejas.
Una vez más ya entró usted a la historia local como "El Rotoplas del COVID".
Y al paso que va, acaso bien podría usted soñar hasta con la candidatura de Morena a gobernador en el año 2024 para estar a tono con su homólogo federal, Hugo López, a quien miran ya con espolones para el gran palenque nacional.
Quizá desde ahora, y mientras dure la pandemia, más impacto social alcanzaría usted si guarda la piyama/bata por unas semanas, meses quizá, y en todos los eventos aparece con su uniforme nuclear.
Digo... como una posibilidad.
Nadezdha Vergel.