El peor infierno laboral
Los expertos profetizan el peor de los mundos cuando el coronavirus se haya ido. El desempleo, en su más alto decibel. Según ellos, unos doce millones y medio más de la población económicamente activa, PEA.
Ya de por sí, el infierno más siniestro. Uno de cada 3 jefes de familia, en el subempleo.
6 de cada 10 habitantes llevando el itacate a casa con el ingresito del changarro.
Luis Velázquez
Once millones de paisanos, migrantes sin papeles en Estados Unidos.
Veracruz, primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.
El mayor número de muertos en el lado de los carteles y cartelitos, jóvenes de entre 18 a 23, 24 años de edad.
6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz, en la miseria y la pobreza. Medio millón de paisanos jarochos, haciendo solo dos comidas al día, y mal comidas, de tan jodidos que están.
Veracruz, uno de los primeros lugares nacionales en pedigí¼eños.
La gente, desempleada y subempleada, con salarios insultantes, robando escuelas y hasta las limosnas en las iglesias para llevar dinerito a casa y alimentar a los niños y a la esposa, en un Veracruz pródigo en recursos naturales.
Y en tales circunstancias, loas doce millones y medio más de desempleados que dejará la pandemia.
Peor si se considera que México está en el sexto lugar mundial de muertos por culpa del bichito chino.
AMLO soñó con ser el presidente de la 4T. La ilusión perdida y únicamente sostenida en el discurso populista, es ya el presidente del coronavirus. Pronto será el presidente del desempleo.
Ni modo, la naturaleza causando estragos a la izquierda en el poder.
Y si el presidente sigue vendiendo esperanzas, ilusiones, utopías, en todo caso y como decía Napoleón Bonaparte es su chamba, de igual manera como en otros tiempos subastaron esperanzas los presidentes priistas y panistas.
Y como la peor plaga apocalíptica de la vida, la inseguridad, la incertidumbre y la zozobra en el día con día.
De ñapa, el oleaje de impunidad, creciendo, multiplicándose como los peces y los panes, los ácaros y la humedad, las cucarachas y los conejos.
LOS DOCE APÓSTOLES DEL DIABLO
El desempleo pone la naturaleza humana en la ruleta rusa y el togobán social.
A veces, incluso, la desesperación laboral lleva al suicidio. Otras, a la nostalgia. La depresión es el estadio más duro y difícil. Paso quizá a quitarse la vida.
Y, bueno, cuando transcurre una semana y un mes y un semestre en el desempleo, sin recibir ayuda familiar o amical, cerradas puertas y ventanas, el legítimo reclamo familiar del itacate y la torta en casa, entonces, el jefe de familia bien puede estar en la antesala de la delincuencia organizada y común.
Y en el caso de las mujeres, el camino inmediato suele ser, ¡vaya desgracia social!, la prostitución.
Es el país, el mundo, que el coronavirus dejará más acentuado.
De acuerdo con los expertos, la recesión será canija. Peor que la de 1930 en Estados Unidos. Peor que luego del desastre bélico de la Segunda y Primera Guerra Mundial.
Los 5 continentes, en el desempleo atroz.
En el país, podrán las elites gobernantes gritonear y festinar que la hemos librado. Intentarán echarse el rollo y el chorizo de un mundo mejor.
Pero la realidad real como le llaman los sociólogos ahí está. Plena y palpable con el desempleo.
Coctel explosivo:
Uno, inseguridad. Dos, impunidad. Tres, desempleo. Cuatro, subempleo. Cinco, salarios insultantes.
Sexto, negocios, industrias, fábricas, comercios, changarros, cerrados. Ocho, carteles y cartelitos asesinando hasta a changarreros en la vía pública (caso Paso del Macho) como parte de la extorsión.
Nueve, pésima calidad educativa. Diez, pésima calidad de salud. Once, cero desarrollo humano.
Doce, terrible y espantosa desigualdad social y económica. Los ricos, más ricos. Los pobres, jodidos entre los jodidos.
Los doce apóstoles del diablo. La caja de Pandora, multiplicada en los males. Los jinetes del Apocalipsis, renovados y actualizados.
PURO CHORIZO LA 4T
De ñapa, los políticos en la rebatinga por la elección de presidentes municipales y diputados locales y federales a mediados del año entrante en Veracruz.
Y la elección de quince gobernadores para entonces.
Y en términos generales, la búsqueda del poder en ningún momento soñando con el bienestar social, sino para ejercer con sentido patrimonialista.
La 4T, la purificación moral, la honestidad valiente, puro chorizo. Los espejitos de Hernán Cortés a Moctezuma II. Los pececitos de oro del coronel Aureliano Buendía en “Cien años de soledad”. El streap-tease de Salomé a Herodes a cambio de la cabeza decapitada de Juan Bautista.
Nunca, salvo excepciones excepcionales (válgase el pleonasmo), las tribus políticas procurando el bienestar común. Al contrario, desde “Los doce Césares” de Suetonio, en la vieja y mítica Roma, “ordeñando la vaca”.
Y mientras ellos estén “en los cuernos de la luna”, el desempleo, el subempleo y los salarios insultantes (salarios de hambre les llamaba Ricardo Flores Magón en 1910), les valdrán.
Cierto, en el discurso oficial se ocuparán de las mujeres y los hombres, cada vez más, desempleados.
Pero únicamente será para salir del paso, la peor “tomadura de pelo”, la peor estafa, a la población electoral.
Todos, entonces, a recrudecer la austeridad. Apretarse el cinturón hasta donde se pueda. La vida más sencilla del mundo. Multiplicar los centavos. Gastar lo menos posible. Vivir para adentro.
El tiempo económico y social que viene y/o está ya, uno de los peores capítulos en la historia.