Comerciantes y dueños de tortillerí­as de Agua Dulce alzaron la voz para que las autoridades veracruzanas saquen del penal de Coatzacoalcos y manden a un CERESO federal a Frank Arévalo Alvarado, alias El Frank, quien presuntamente los ha estado amenazando y extorsionando constantemente pese a ser un interno más del Ostión Duport.
Los afectados indicaron que cuentan con más de 18 denuncias que han puesto contra el Frank y contra miembros de su familia por delitos como secuestro, robo, extorsión, lesiones y amenazas, sin que la Fiscalí­a general del estado avance en sus investigaciones.
Recordaron que en abril del 2019, el Frank fue detenido en Coatzacoalcos por la Marina y la SSP, y posteriormente, ante su peligrosidad, enviado a un penal en Tabasco.
Desde esas fechas, han vivido un periodo de calma, pues descasaron de los cobradores de cuotas de El Frank, y algunos de los comerciantes que salieron de la ciudad, regresaron para seguir trabajando sus negocios para recuperar algo de lo que les fue arrebatado.
Expresaron que cuanto operaba libremente en Agua Dulce, El Frank y su familia, papá, hermanos y cuñados, convirtieron en un infierno la ciudad hidrómila.
Uno de los integrantes de la unión, bajo anonimato, señaló que el Frank lo secuestró en 2018 y le despojó de un millón 800 mil pesos. Aunque la petición de rescate original era de 5 millones, completó el pago con la entrega de 5 coches con sus respectivas facturas.
El afectado estimó que fueron al menos 20 secuestros los que cometió este sujeto y su banda en Agua Dulce, "yo fui afortunado, uno de los pocos que salió con vida" recordó.
Afirmó que por todo esto, puso denuncia, sin embargo, la misma no está avanzando, al igual que el resto de los inconformes que este dí­a alzaron la voz para que el gobernador Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, y el titular de la SSP, Hugo Gutiérrez Maldonado, los tomen en cuenta y trasladen al Frank a un lugar en donde no cuente con privilegios.
Mencionaron que después de que lo internaron en el penal de Huimanguillo, Tabasco, se enteraron que al poco tiempo volvió a regresar al de Coatzacoalcos, donde iniciaron de nueva cuenta las extorsiones y las amenazas de muerte.
"A mí­ me mandó decir que si no quito mi denuncia no voy a llegar a la próxima audiencia" comentó otro de los afectados de Frank.
Esta ví­ctima recordó que antes de que el Frank fuera detenido éste y sus secuaces le dispararon en la ví­a pública, posiblemente por no haberle pagado una fuerte suma de dinero que le habí­a exigido.
Actualmente vive con fuertes secuelas en su salud por el ataque y el temor de que el Frank cumpla sus amenazas y lo mande asesinar y literalmente vive a salto de mata por el temor a ser encontrado por los cómplices del lí­der criminal Zeta.
"Actualmente hay relativa calma en Agua Dulce, casi todos ellos andan huyendo de la justicia, pero no vemos que las denuncias avancen, no queremos que estas personas desde la cárcel tomen fuerza de nuevo, por eso le pedimos a las autoridades que los trasladen a CERESO de máxima seguridad", dijo otra de las afectadas.
La entrevistada indicó que hasta antes de que fuera apresado por la Marina y la SSP cada mes tení­a que pagar entre 5 mil y 10 mil pesos por cuotas a la célula de El Frank.
Y así­ como ella, muchas comerciantes y dueños de negocios en Agua Dulce temen que la paz que actualmente gozan se vea cortada si El Frank los sigue acosando.
"Actualmente Agua Dulce es un pueblo fantasma por la delincuencia, los pocos que quedamos estamos luchando duro, mire, y algunos otros están fuera o sacaron a sus hijos por el temor a estas personas" comentó otro de los entrevistados.
Reiteraron su petición al titular de la SSP, así­ como al gobernador, para que realice el traslado de este reo "por su grado de peligrosidad", ya que en la Fiscalí­a General del Estado las investigaciones van demasiado lentas, a pesar que son numerosas las carpetas en su contra.
Comentaron que ahora que la SSP está poniendo orden en el penal de Coatzacoalcos es importante que también se eliminen los privilegios a los internos relacionados con grupos delictivos que siguen causando daño a la sociedad.