Veracruz Es Una Fiesta
•"Me quieren matar"
•"Me quieren matar"
•Traidorzuelos jarochos
Por Luis Velázquez
Por fortuna, bendito el chamán, el secretario General de Gobierno, de hecho y derecho, el vicegobernador Éric Cisneros Burgos, tiene sentido del humor en el tiempo del coronavirus.
Unos malosos por ahí publicaron unos memes y versiones en las redes sociales enfermándolo del bichito chino.
Todo, por asistir al llamado Festival de la Paella en Tlacotalpan, su feudo en la Cuenca del Papaloapan, que hasta por allí se extiende la influencia mágica del Pueblo Mágico de Otatitlán, con su Cristo Negro, igual que en Esquipulas.
Entonces, sacando jugo de su vena humorística, Éric Cisneros contestó de la siguiente manera:
"¡Me quieren ver muerto, me quieren ver muerto!".
Y luego enseguida, anunció su advertencia: “¡Pero no, pero no, pero no!".
Igual, igualito, digamos, cuando un día el 31 de marzo del año que corre, y luego del asesinato de la reportera María Elena Ferral, en Papantla, el góber jarocho de Amlove lanzó tremenda tuitorreada diciendo que la prensa "golpea a mi gobierno".
Pero como todo indica, el sentido del humor de Cisneros alcanza la misma dimensión, por ejemplo, de Carlos Monsiváis y Mark Twain, y que todos los caricuristas de Xalapa juntos, entonces, dejó claro a los 8 millones de habitantes de Veracruz, más todavía a las elites políticas, a quienes dijo:
"Son unos traidorzuelos a la Patria".
Es decir, él mismo se confundió con la Patria.
Yo soy el Estado decía Luis XIV a los 19 años de edad ungido rey.
Yo soy la Patria, dice Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
Antes, mucho antes, Antonio López de Santa Anna se creía la Patria misma.
También, claro, se creyeron Agustín de Iturbide, Maximiliano de Habsburgo y mamá Carlota y Porfirio Díaz, ni se diga, el chacal Victoriano Huerta.
En aquel tiempo cuando los sandinistas derrocaron al dictador Anastacio Somoza, su madre andaba de compras en Estados Unidos. Entonces, el dictador le habló por teléfono y le dijo que allá se quedara porque había sido derrocado.
Entonces, la madre le preguntó lo siguiente:
"¿Pues... qué Nicaragua no era nuestra?".
Veracruz, la patria chica, propiedad de Cisneros Burgos, co ntodo y que la patria fue convertida en una palabreja en el tiempo priista en que todos ellos, y como decía el poeta Jaime Sabines (Los amorosos) la emputecieron con todo y que Ramón López Velarde la glorificó.
En el caso, el vicegobernador se siente la patria porque hace suyos los legítimos sueños de los 6 millones de jodidos en Veracruz para que con todo y el tiradero de cadáveres en la patria chica algún día, pronto, se asome el sol social.
DE BENITO JUíREZ A ÉRIC CISNEROS
Con su sentido del humor (el humor es un acto de sobrevivencia en el tiempo del coronavirus, y por eso tantos memes dice la sicoanalista Marie-France Patti, Proceso 2266), el vicegobernador dijo que lo habían enfermado del COVID 19 "los traidorzuelos" a la Patria.
Pero como dijo el góber jarocho de Amlove, "se les salará, se les salará, se les salará" a quienes me quieren tumbar de la silla embrujada del palacio, el trono imperial y faraónico.
Traidorzuelo, por ejemplo, Victoriano Huerta quien fingió amistad a Francisco Ignacio Madero y lo mató.
Traidorzuelo, el general Jesús Guajaro, quien fingió amistad con Emiliano Zapata, le regaló un caballo, invitó a comer y mató en una emboscada en su hacienda.
Traidorzuelo, Antonio López de Santana Anna, porque vendió casi regalado a Estados Unidos franja geográfica gigantesca del norte de la república.
Traidorzuelo, el gobernador Luis Mier y Terán cuando "mató en caliente" a los 9 jarochos sublevados a Porfirio Díaz.
Traidorzuelo, Juan Nepomuceno Belmonte, hijo de José María Morelos y Brígida Belmonte, que cabildeó para imponer a Maximiliano de Habsburgo como emperador en México.
Y aun cuando Cisneros Burgos llamó "traidorzuelo" a uno que otro reportero porque lo enfermó de coronavirus, nunca pronunció sus nombres.
"Tiró la piedra y escondió la mano".
Claro, confundido él mismo con la Patria, recordó (¡Oh, Amlove!) que los conservadores de México se aliaron con los franceses en contra de Benito Juárez.
Y, bueno, dada la coyuntura histórica, bien podría consignarse la historia patria de Benito Juárez a Éric Cisneros.
Y si a Benito Juárez una angina de pecho lo llevó a la muerte, ahora los enemigos de la patria, los traidorzuelos burdos, ramplones y baratos, lo quisieron matar del coronavirus.
Dijo a los traidorzuelos:
"Aquí andamos trabajando con mucho entusiasmo, con mucho ahínco, por los veracruzanos".
¡Pinches envidiosos!
¡Vida eterna al hijo de la patria jarocha, Éric Patrocinio Cisneros!
¡Que la saliva de sus bocas se vuelva veneno puro y los mate de una atragantada!
Un héroe patrio trabaja y trabaja y trabaja todos los días por la calidad de vida de la población pobre y jodida, en la miseria, y los traidorzuelos tratando de matarlo con el bichito chino.
Ya lo dijo el góber jarocho de Amlove:
¡Se les salará, se les salará, se les salará!
¡Te queremos, Éric, te queremos!
Y súper tu sentido del humor. Solo con humor se contesta con más sentido del humor a los memes.
Tu gran meme: "¡Me quieren matar, me quieren matar, me quieren matar!".
"Pero no, no y no".