Saúl Ixmel Elvira Alegrí­a es un campesino de Las Choapas que desapareció por medios violentos en un ejido de Isla, el 10 de agosto de 2019, dentro de la zona de influencia del grupo delictivo Los Piñas.
Se encontraba descansando en casa de la familia de su esposa, en el Ejido La Peña, de Isla, cuando sujetos fuertemente armados, abordo de varias camionetas, tomaron por asalto al pueblo.
Los sujetos, tapados de la cara, portaban armas de grueso calibre y algunas cortas.
Máscaras con rostros de la muerte, de imágenes demoniacas y otros destapados de de la cara, no hubo autoridad que los contuviera.
El campesino fue privado de la libertad en el territorio controlado por el grupo criminal Los Piñas, una violenta célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación a la que se atribuyen numerosas desapariciones y asesinatos.
Los más de 40 pistoleros que llegaron por él, cerraron el pueblo de La Peña para poder cometer sus atropellos a gusto.
El chico de 27 años, según relatos de testigos, fue sacado de la cama, arrastrando, y trepado a una de las camionetas, mientras era llevado a golpes por los hombres armados, en medio de la oscuridad de la madrugada.
Desde entonces no se sabe nada de él, su familia no quiso poner la denuncia por temor a represalias.
En el pueblo, nadie quiere decir nada al respecto para colaborar con las autoridades, pero este, como otros casos, hay sospechas de que pudo haber sido perpetrado por pistoleros de la célula lidereada por Alberto y Jacinto Rodrí­guez, y que Saúl pudo haber visto su último destino en el rancho Monte Rico, de Villa Azueta.
"No sé si está vivo o muerto, solo esperamos que esté bien, que no se lo hayan comido los cocodrilos que tienen en ese rancho", contó bajo anonimato una familiar del joven, a quien lo espera una hija menor de edad y su esposa.
El joven se habí­a ido de Las Choapas con rumbo a la zona de Playa Vicente a buscar trabajo, porque en su región, no contaban con trabajo, y estaba desesperado por conseguir un ingreso para sostener a los suyos.
Entonces, se mudó con la familia de su esposa, al ejido citado, que se ubica muy cerca de Ciudad Isla.
Ahí­ trabajaba cortando hojas de palma en el monte para construir palapas, cuando no tení­a empleo de eso, se iba a componer corrales o a cuidar ganado.
Desde el dí­a en que desapareció, la familia no ha tenido una sola noticia, ni si quiera hubo alguna llamada para pedir algún rescate por su libertad.
El área donde desapareció, se encuentra entre los municipios de Juan Rodrí­guez Clara y Playa Vicente, que ha sido escenario de numerosos hechos violentos atribuidos a generadores de violencia bien identificados, que operaban desde la cabecera de Villa Azueta, municipio colindante con Oaxaca y Playa Vicente.
Durante las últimas dos semanas, en esa zona, se han localizado fosas clandestinas, ranchos y casas de seguridad de estos criminales, a los que se ha asociado al cobro de piso, secuestro, robo de gasolina a Pemex y robo de ganado.
La Fuerza Civil mantienen una búsqueda intensa de los puntos donde se reúnen estos criminales, sin que se les haya podido localizar.