Y de ñapa, claro, el par de restaurantes tiroteados y quemados en Cosamaloapan y Tres Valles el viernes 14 de febrero (¡Ah, caray, dí­a del amor y la amistad!) con el consiguiente desempleo y colapso económico.

PASAMANOS: Tan mal andamos que a un empresario originario de Veracruz, Miguel Gómez, le robaron 16 tráileres en Puebla, en Huejotzingo.
Y tan mal que un empresario dulcero de Rí­o Blanco, luego de varios dí­as secuestrado y desaparecido, y por quien los malandros exigí­an un rescate de diez millones de pesos, apareció sin vida el domingo 10 de febrero en una barranca de Huiloapan.

CORREDORES: Y tan mal estamos que el mismo domingo 10 de febrero, un ex diputado local, el panista Jesús Moreno Frí­as, se resistió a un asalto en Xalapa para robarle su dinerito y lo navajearon.
Y tan mal fario permea la vida cotidiana que los transportistas locales están aterrorizados porque a nivel nacional, Veracruz fue ubicado como la peor entidad federativa para todos ellos, incapaz el Estado de combatir la ola de violencia fuera de órbita en un Veracruz que antes fuera el paraí­so terrenal.

BALCONES: Peor, mucho peor si se considera, por ejemplo, que dos los dí­as publican en el aviso económico ofertas laborales, pero todas, sin excepción, de salario mí­nimo, albañiles, ayudantes de albañiles, pintores de brocha gorda, trabajadoras domésticas y hasta de meseras en antro cantinero de colonia popular.
Más peor, si se recuerda que un número incalculable de compañí­as constructoras están quebradas y las que, incluso, ni siquiera vendiendo sus activos libran la recesión.
Y por añadidura, despidiendo al personal y acaso, quizá, ofreciendo el pago, cuando puedan, de una liquidación.

PASILLOS: La polí­tica económica es así­: cientos, miles quizá, de desempleados tocan puertas y todas están cerradas.
Será la recesión. Será una epidemia, como dicen los teóricos oficiales, mundial. Será el mal fario de Veracruz y/o del paí­s. Será “el costo del aprendizaje” de la dinastí­a polí­tica encumbrada de MORENA.
Será que las coordenadas están fallando. Serán “los palos de ciego”. Será la ola de violencia. Será el anuncio previo del Dí­a del Juicio Final, el dí­a cuando los muertos resuciten como parte del fin del mundo.
El caso es que las palabras más pronunciadas en la vida cotidiana y en la plática con los amigos y cada mañana al despertar y cada noche al dormir son desempleo y subempleo.

VENTANAS: El chamán se pregunta, por ejemplo, si las elites gobernantes podrí­an caer, ser derrocadas, más que por una revolución armada, por una resistencia pací­fica de los desempleados y subempleados protestando en las calles y avenidas, en las carreteras y en los pueblos, en las cabeceras municipales y estatales?
Y es que poco a poco, sin que el topo de Carlos Marx, tan incrédulo y perspicaz, lo advierta, se está integrando un ejército de desempleados… capaces de todo con tal de llevar el itacate y la torta a casa.
Serí­a “el México bronco” del que hablaba Jesús Reyes Heroles en el siglo pasado.