Niños en el infierno
Se vive el peor caos en la historia sórdida y siniestra de Veracruz. Los malandros están recrudecidos. El 18 de febrero, La saña y la barbarie. En Las Choapas, el infierno vivido por un montón de niños de kínder en la escuela “Eulalia González”.
Entonces, de pronto, un sicario, pistola en mano, herido, entró a la escuela de preprimaria buscando un refugio donde esconderse y se metió al baño.
Luis Velázquez/Parte I
Iba armado. Minutos antes quiso asesinar a un dirigente sindical cuando iba a recoger a su hijo. Pero la pistola se le encasquilló y los escoltas del líder se le fueron encima.
Y entre los padres de familia que recogían a sus hijos halló fácil guarecerse entre la población infantil y se introdujo a la escuela y terminó atrincherado en el baño.
Y los escoltas atrás de él. También, claro, pistolas en mano.
La policía llegó. Y detuvieron al sicario, un joven de 29 años de nombre Manuel J. F. Estaba herido. En el abdomen y la pierna.
La policía aseguró su pistola. Una escuadra plateada. Y su motocicleta color negro. Y un celular. Y una cartera con pocos billetes, quizá le había ido mal cuando en la mañana asaltó a un trabajador de una tortillería en el pueblo.
DESASTRE POLICIACO Y SOCIAL DESCARRILADO
El sicario refugiado en el baño de un kínder tiene un gran significado social y que de entrada expresa el desastre que se vive y padece de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.
Además, claro, de que nadie, absolutamente nadie la ha librado ni menos tiene la vida comprada.
1) La intrepidez y la osadía, y la inconsciencia del sicario (joven pistolero de 29 años de edad) de exponer la vida de los niños. Una bala perdida, por ejemplo, entre el pistolero y los escoltas del líder obrero. La toma de un niño como rehén del sicario. O de una profesora. ¡Vaya zipizape que se habría armado!
2) El abuso claro y manifiesto del sicario. En ningún momento, malandro solitario, pues intentar asesinar al dirigente son palabras mayores. Y más, porque tiene escoltas.
3) Los carteles y cartelitos, convertidos en dueños de Veracruz. Ellos hacen y deshacen. Ellos imponen la agenda setting todos los días. Y la policía en una política reactiva. Solo los siguen. Ellos van por delante. La poli, atrás. Y lo peor, incapaz, ineficiente, rebasada la secretaría de Seguridad Pública. El principio de Peter en su decibel más alto, riesgoso y peligroso para la seguridad en la vida.
4) Saben los malandros que un aura, un karma, la Santa Muerte, los protege. Y más, con la impunidad.
5) Los malos ya midieron “el agua a los tamales”. Por eso su crecimiento exponencial. Por eso, varios carteles disputando la jugosa plaza estatal. Si Fernando Gutiérrez Barrios o Fernando López Arias gobernaran Veracruz, el mal fario avasallaría con todos ellos. Y ninguno entraría a la tierra jarocha. Ni de chiste. Sabrían que políticos de mano firme, pero más aún, dura, y temible, los enfrentaría. Y más, con el impresionante equipo de seguridad que tenían.
6) Por eso, los carteles están recrudecidos. Cuelgan cadáveres de los puentes y árboles, y hasta de Xalapa, y nada pasa. Decapitan cabezas humanas y las abandonan en mesas de antros, y nada pasa. Apuestan a los Cortinazos para saquear negocios y nada pasa. Tumban paredes de comercios para el robo y nada pasa.
7) Está claro: el ejército de malandros es superior a las corporaciones policiacas. Y mejor armados. Y dispuestos a perder la vida. Y con la bilirrubina en su más alto nivel. Y los 8 millones de habitantes de Veracruz, indefensos.
MALANDROS SE REINVENTAN
8) Ni la secretaría de Seguridad Pública puede con ellos dada su política reactiva ni tampoco la Fiscalía los detiene. El peor escenario de la vida cotidiana y ni se diga la peor circunstancia política, social y policiaca.
9) Los malos se reinventan. Palabras mayores esconderse en el baño de un kínder como en Las Choapas. Y la policía, con palos de ciego.
10) Con Javier Duarte, Veracruz”, el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”. Las fosas clandestinas. Los despeñaderos convertidos en las barrancas de la muerte con el tiradero de cadáveres. Gran festín para los zopilotes. Ahora, Veracruz, primer lugar nacional en feminicidios y secuestros. Al paso que vamos pronto más preseas y medallas pondrán colgarse a Veracruz cuando, digamos, crezca el oleaje de violencia. Oleaje que más bien parece tsunami.
11) Sólo están quedando, entonces, las autodefensas, las guardias comunitarias, los vecinos organizados, la justicia por mano propia, más, mucho más allá de ponerse a rezar como dice el arzobispo de Xalapa. Se vive y padece un mundo atroz. Y la única esperanza, la única lucecita en el sombrío túnel del desencanto, es la defensa colectiva. Caso Soledad Atzompa, 6 malandros linchados y quemados. Caso Valle de Uxpanapa, la población linchando a un hombre que disparara a su esposa por la espalda. Otros casos en ciudades jarochas, donde los vecinos detienen a los pillos y ladrones y los madrean y los desnudan y atan de pies y manos y avisan a la policía.
12) La vida diaria es un infierno. Y todavía faltan 4 años y diez meses y días del gobierno de MORENA en Veracruz. Doce que serán dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica. 18 que serán profetiza el diputado federal, Porfirio Muñoz Ledo, ex de todo, menos de presidente de la república.