Se olvida, no obstante, que el góber jarocho de AMLO así­ funciona. Por ejemplo, durante más de un año mantuvo en expectativa el nombramiento de los trece, catorce magistrados del Tribunal Superior de Justicia, y hasta que deseó se aplicó, incluso, otorgando concesiones a uno que otro, entre ellos, al mismo Guzmán Avilés y a la senadora de la república, Gloria Sánchez.
Pero, bueno, cada ejecutivo con su estilo personal de gobernar y ejercer el poder, la dinastí­a de MORENA encaramada en la silla embrujada del palacio sabrá el paso siguiente.
El chapito insiste. Quizá piensa, como sus homólogos del PRD y PRI, que evidenciando a los opositores su partido, y ellos mismos, podrí­an reposicionarse de cara a la elección de alcaldes y diputados locales y federales en el año 2021.
Acaso aprenden a ser opositores y por ahí­ está una posibilidad. Pero, bueno, cuando durante 9 meses, el góber pretendió destituir al exfiscal yunista y nunca pudo, el jefe de jefes de Veracruz puede hacer y deshacer, pues en todo caso, arriba de él, nadie más.
Y si se equivoca, y dada las facultades metaconstitucionales, vuelve a mandar.
En la pulseada, El chapito tendrí­a, digamos, su candidato a la Fiscalí­a. Y por eso mismo, reveló que ya ordenó a los diputados locales del PAN que todaví­a lo siguen con Omar Miranda al frente, que soliciten la publicación de la convocatoria para elegir al Fiscal de 9 años, como la ley establece.
Nadie dudarí­a, por ejemplo, de que se trata de un acuerdo, digamos, con el góber. Serí­a una perversidad, pues si el PAN y el PRD se volvieron rojos en el fidelismo y el duartazgo, ahora, digamos, el partido azul podrí­a volverse guinda y marrón.
Todo es posible en la paz.

DURMIENDO CON EL ENEMIGO…
La bancada panista en la LXV Legislatura está fracturada. 8 diputados, el G8, se sublevaron a la decisión de El chapito de nombrar (otros dirí­an imponer) a su amigo Omar Miranda como coordinador luego del manotazo para tumbar a Sergio Hernández de Pepe Mancha.
Incluso, el presidente del CDE del PAN les ha advertido en repetidas ocasiones que se disciplinan, o de lo contrario, serán eliminados como aspirantes a un cargo público en el año 2021.
Ellos, el G8, se mantiene firme, seguros de su poderí­o legislativo y que bien podrí­an quizá traslapar a la militancia para volverse favoritos.
El chapito quedó, entonces, con una minorí­a legislativa en el Congreso. Unos 5 diputados, menos que el G8, y en tales circunstancias, está canijo mostrar un puño y un músculo frágil y débil.
Pero, bueno, la lucha partidista la están haciendo soñando con la designación de un Fiscal, pues, y está claro y manifiesto, la actual vive más obsesionada con la foto con el Fiscal General de la República que con reducir, limitar, bajar el creciente í­ndice de impunidad, un Veracruz, por ejemplo, en el primer lugar nacional en feminicidios y secuestros.

EL DOS LUCHARí POR SU FISCAL
El secretario General de Gobierno, todo indica, se ha proyectado como el morenista más poderoso, por encima, incluso, del góber, o en todo caso, con su visto bueno y bendición.
Por ejemplo, “El dos del palacio” nombró a la Fiscal encargada del despacho. Y a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia.
Y trae, además, al delegado de la Fiscalí­a General de la República. Y ni se diga trae al secretario de Seguridad Pública.
Y a un montón de diputados locales que lo siguen y le miran futuro. Y a la mayor parte de las células municipales de MORENA.
Incluso, y como se afirma en la cancha mediática, tiene hasta su Cartel de Reporteros.
Por eso, “veinte y las malas” que por encima de la utopí­a de El chapito para nombrar un Fiscal en la LXV Legislatura, “El dos del palacio” operará para que su Fiscal sea ratificada.
Así­, y de ser necesario, pacte con El chapito y que, digamos, quizá, Guzmán Avilés estarí­a jugando tal pichada… que de jugadas así­ está llena la polí­tica.
Bastarí­a, por ejemplo, que el montón de Fiscales en la zona norte fueran nombrados por Guzmán Avilés para multiplicar su imperio y su emporio, más grande, más poderoso y más fuerte que la parcelita de poder del ex priista y panista yunista, Ricardo Garcí­a Guzmán, vecinazazo ahora de la ribera jarocha.
Y es que si El chapito ya encontró la puerta abierta para nombrar a un magistrado del Tribunal Superior de Justicia, la historia de Calí­gula, contada por Suetonio en “Los doce Césares” demuestra que el polí­tico entre más tiene… más quiere.
Y si durante los dos años de la yunicidad, el nuevo presidente del CDE del PAN fue arrinconado en el rincón más oscuro del infierno, ahora es su momento.
Tanto que, por ejemplo, en el CDE hay quienes “le tiran incienso” a su paso susurrándole que puede ser el candidato del PAN a la gubernatura en el año 2024.
Parí­s siempre valió una misa decí­a Ernest Hemingway.