Con esta nueva realidad lo que si es real, es que nadie tiene el control absoluto como sucedí­a, quizás 25 años atrás, a pesar de los pasos agigantados de la alternancia que empezó a generar cambios con los triunfos locales y distritales de la oposición del PRI a mediados de la década de los 90. Las organizaciones civiles se quedaban con los verdaderos recursos sociales para apoyar al campo y la pobreza; hoy la UGOCP, Antorcha Campesina, CNC, entre muchas más solo representan la añoranza cuando sus lí­deres se quedaban con los apoyos. El tiempo demostró que ni ellos representaban los votos que argumentaban, mucho menos fueron un frente para poder intentar abatir la pobreza, al final solo se trató de pura simulación y complicidad entre ambas bandas, hasta que el fenómeno AMLO los expulsó del paraí­so terrenal y económico. En la entidad veracruzana, por lo menos 20 distritos electorales no tienen liderazgos que auguren un triunfo sólido, ni grupos consolidados en polí­tica, los únicos grupos con liderazgo real, son los conformados por la delincuencia organizada, lo demás son puras fantasí­as entre los polí­ticos y la nueva generación que trajo MORENA, incluyendo una parvada de priistas que siguen pegados al sistema.
En la cuenca del Papaloapan, Éric Cisneros Burgos, el responsable de la polí­tica interior en el estado, por más empleados que tenga, por más fintas que haga, no ha podido terminar de romper algunos eslabones de grupos que por cualquier partido se habí­an dedicado a ganar campañas. Si Erick Cisneros, el poderoso secretario de
gobierno quiere tomar como bandera polí­tica la Cuenca del Papaloapan, impulsando proyectos de grupo, al parecer, sólo perderá su tiempo. Municipios como Cosamaloapan, Tres Valles e inclusive Tierra Blanca, sectores como el ganadero, el cañero y los sindicales, han tomado la decisión de no ir de la mano con MORENA para el 2021, porque desde hace dos años esperaban un interlocutor, y éste, jamás llegó. Por ello que no sea sorpresa que el PAN pueda retener el triunfo en varios municipios, pero que el PRI pueda levantarse, al igual que Movimiento Ciudadano.
No í­bamos bien por donde í­bamos, pero tampoco mejoramos, la percepción ciudadana lo manifiesta y la luna de miel con el nuevo partido en el gobierno se desvanece, los temas de inseguridad, desabasto de medicamentos, los feminicidios, junto con la parálisis económica y un gobierno sin interlocutores, son pasos al barranco, solo justificándose con el pasado marcado por sus antecesores.
Tan solo este fin de semana el ex diputado federal del PAN, Diego Palmero Andrade, fue elegido por unanimidad para quedar al frente de la Asociación Ganadera Local de Cosamaloapan, es un pretexto único para que el empresario y productor cañero tenga una vitrina para poder tener presencia de cara a las elecciones del 2021, en Tres Valles los cañeros hablan más con la virgen de Guadalupe para que no se caiga el precio de la tonelada que con el gobierno del estado, y si a ello le sumamos que el gobierno federal con sus programas estrellas, el INSABI, Guardia Nacional y los sociales se quieren mantener, pues al parecer no será suficiente. Diego Palmero es un ejemplo de tantos que tiene todo el estado, donde los liderazgos se están reestructurando con miras a mejorar las condiciones de sus municipios mediante el consenso, mientras que en MORENA se desgreñan porque las bases del partido no quieren la llegada de la sociedad civil, menos de ciudadanos con representatividad, en MORENA se decide el futuro de su clase polí­tica en sorteos de tómbola, en el otro frente los ciudadanos y grupos están retomando la unidad para ganar, el consenso para que existan espacio para todas las voces con el argumento social que les carcome por ahora: “No í­bamos bien por donde í­bamos, pero ahora estamos peor”.