Dos mundos en el periodismo
•Servir a una causa social
•Negocio, como cualquier otro
EMBARCADERO: Hay días como hoy cuando los amigos preguntan si el periodismo tiene un sentido social... Y salvo la mirada de cada ciudadano, y sin caer en las palabras manoseadas y las frases hechas, podría quizá escribirse que todos los días el reportero vive dos mundos... Por un lado, el mundo del sueño social esperando y deseando que su trabajo informativo pudiera quizá servir a una causa social, y por el otro, la realidad avasallante donde, y de plano, el periodismo es visto como cualquier otro
Luis Velázquez
negocio donde el objetivo es ganar dinero…
ROMPEOLAS: Y lo peor, cuando el periodismo se ejerce soñando a plenitud con una mejor calidad de vida para la población en la miseria y la pobreza, como en el caso de Veracruz con 6 de los 8 millones de habitantes en la jodidez, entonces, desde el poder, las elites gobernantes en turno satanizan a los medios y declaran conspiradores y miembros de la mafia en el poder y los excluyen… Incluso, los reporteros así suelen volverse incómodos e indeseables…
ASTILLEROS: Y más, cuando las cúpulas políticas de los partidos políticos aseguran que la prensa que cuenta los hechos como son, en toda su desnudez, está al servicio de sus enemigos, reproduciendo la frase célebre de Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos, tiempo cuando preguntara a los reporteros de la fuente si estaban con él o contra él.
ESCOLLERAS: Hay días como hoy cuando el mismo reportero se pregunta si tiene razón el periodismo apegado a los hechos que cuenta y escribe cuando escribe y escribe y escribe y ninguna respuesta oficial existe para enaltecer la calidad de vida del grueso de la población… Y cuando, por el contrario, y considerando que los políticos son “de mecha corta”, entonces, la prensa queda dividida entre los amigos y los enemigos y los liberales y los conservadores y los rojos y azules y los guinda y marrón… Y entonces, el trabajador de la información suele preguntarse si vale la pena escribir, por ejemplo, de los secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas si de cualquier manera el tiradero de cadáveres sigue y sigue y sigue…
PLAZOLETA: Hay días así y cuando de plano ningún sentido de vida se le encuentra a continuar escribiendo las historias descarnadas de la realidad porque del lado del gobierno ninguna respuesta social existe… Incluso, hasta les vale, pues, y por ejemplo, los reporteros incómodos son excluidos hasta de las conferencias de prensa y de ñapa, desde alguna zona oscura del poder les orquestan una campaña mediática en contra para desacreditarlos como mensajeros del pasado inmediato… Y hay días cuando se descubre que hay un Cartel del Palacio integrado por diaristas para rafaguear a la otra prensa, aquella que mira los días y las noches desde el lado negativo…
PALMERAS: Lo peor de la vida periodística es que el reportero cuenta las cosas y los hechos que mira y es testigo de la bajísima calidad de vida de la población durante un año y diez años y veinte años y treinta años y cuarenta años y cincuenta años, etcétera, y Veracruz y el país están igual, habitados por gente pobre, con salarios de hambre, desempleada y subempleada, viviendo cada quincena a la quinta pregunta y arrasada por la ola de violencia y de la impunidad… Y entonces, el diarista se pregunta si tiene razón de ser su trabajo reporteril, o si por el contrario, solo cuenta los hechos porque es parte de su trabajo y nada más y sin ninguna trascendencia social…