El alcalde iluso
•Violencia... por recesión
•Coatzacoalcos, el infierno
ESCALERAS: La mitad del mundo y la otra mitad saben que Coatzacoalcos es un infierno. Menos, el presidente municipal. Y es de MORENA. Y antes, mucho antes, fue acusado por la síndica única de nepotismo. Y el par de ediles se agarró a espadazos. Y luego, parece, pactaron. Pero aun así, el alcalde vive de espaldas a la realidad en su mundo color de rosa.
Luis Velázquez
Por ejemplo:
Cada vez, más negocios están cerrando por la ola de violencia.
Y cada vez más “Cortinazos”, la nueva estrategia malandresca que consiste en tumbar la pared de un comercio, un negocio, en la noche y saquear.
PASAMANOS: Cada vez más cobros por el llamado derecho de piso.
Cada vez, más extorsiones.
Cada vez, más robos a negocios.
Cada vez, más asaltos a los transeúntes.
Cada vez, más robos a casas habitación.
Cada vez, más secuestrados y desaparecidos y muertos.
Y aun cuando parece que han bajado las fosas clandestinas, el alcalde, primero, “se cura en salud” y dice que en todo caso el desbarajuste de la inseguridad y la zozobra se debe más bien a la caída de la economía, de hecho y derecho, una recesión.
“Es una mezcla de todo”, dijo para justificar su manifiesta incapacidad para garantizar la seguridad en la vida y en los bienes.
CORREDORES: ¡Ah!, también apostó a la esperanza que según Albert Camus significa la resignación y la resignación, virtud cristiana, concurre cuando la gente se cruza de brazos y espera que los pendientes sociales y familiares se resuelvan por un milagro.
Fue, por ejemplo, cuando dijo que tiene mucha confianza en la Fuerza Civil y la Guardia Nacional y en las policías estatales y municipales para que la banda de ladrones, pillos, carteles y cartelitos sea detenida.
Y cuando la banda sea detenida, entonces, solo entonces, Coatzacoalcos será otra vez el paraíso perdido.
BALCONES: Antes, mucho antes, el presidente municipal de Coatza anunció que buscaría un puente con los carteles y cartelitos y sicarios y pistoleros y malandros y malosos para dialogar con ellos y decirles, por ejemplo, que paren a la ola de violencia, primero, porque va contra la ley de Dios, y segundo, porque ellos también tienen familia, y tercero, porque “no deben hacer a otros lo que nunca quisieran para ellos”.
PASILLOS: Y, bueno, los meses siguieron caminando y nunca se conoció, tampoco fue emitido un boletín, si logró el objetivo de tomarse un cafecito con los malosos en general, o por si el contrario, solo se trató de una faramalla, “tomadura de pelo”, fuego pirotécnico, vendiendo esperanzas.
El caso es que para entonces, el presidente municipal de Xalapa, su homólogo de MORENA, también salió al carril público para decir que lo único que resta era “cuidarse unos a los otros”.
Después, siguió el arzobispo Hipólito Reyes Larios asegurando que ante el tsunami de violencia y el tiradero de cadáveres “solo queda rezar”.
VENTANAS: Ahora, el alcalde Víctor Carranza sale con el chorizo de que en su pueblo hay tanta violencia por culpa de la recesión económica.
¡Pobrecito! ¡No puede! ¡El destino lo alcanzó! ¡Está rebasado por las circunstancias adversas!
Y lo peor, se empeña en renegar de la realidad adversa, dura y canija.
¡Cuánto desencanto de la población electoral en el militante de MORENA!
Por fortuna para el partido guinda y marrón, la oposición partidista es frágil y ningún riesgo significa, por ahora, para las elecciones del año 2021.
En todo caso, papá AMLO salvará a MORENA de una derrota electoral con sus programas sociales y giritas y vitoreando a su góber jarocho.