Y como hablaba bonito se fue ganando la confianza de la familia evangélica. Entre ellas, de una familia donde la jefa era la señora Bilga “N”.
Y el pastor llegaba a la casa de la familia de Bilga.
Incluso, y en nombre de su dios, pasaba la mayor parte del dí­a al lado de ellos.
Es más, la confianza llegó a tanto que, por ejemplo, la jefa de la familia le permití­a quedarse a dormir en su casa.

PASAMANOS: La señora Bilga tiene tres nietas, las tres menores de edad.
El pastor solí­a platicar con ellas. Claro, les hablaba de dios, pero también de que el diablo y Luzbel, el ángel convertido en demonio, existen.
Y un dí­a, el pastor evangélico comenzó a decir a las tres niñas que debí­an tener relaciones sexuales con él porque su dios así­ lo disponí­a.
Incluso, que si las tres se negaban, entonces, se irí­an al infierno.
Y en el infierno se achicharrarí­an con tantas llamas, infierno al fin.
Y ahí­ se quedarí­an, condenadas en el infierno, para siempre.

CORREDORES: Y el pastor logró su objetivo cuando la abuelita salí­a de la casa y el evangélico quedaba solo con ellas.
Y abusó de las tres menores en diferentes fechas.
Y de hecho y derecho, tení­a en la casa de Bilga, la abuelita, su harén particular, su harén privado.
Sabrá el chamán las veces que el evangélico ultrajó a las niñas. Pero una de ellas habló con su abuelita. Y le contó la historia.

BALCONES: Y la abuelita reaccionó con prudencia y frialdad. Y en vez de echar pleito al pastor lo denunció en la Fiscalí­a Especializada.
Y la Policí­a Ministerial siguió al pastor. Y el lunes 3 de febrero fue capturado en la calle Bugambilias, en el poblado Aguilera, en Playa Vicente, cuando caminaba feliz con una Biblia en la mano.
Ahora, está preso en el reclusorio regional “Morelos”, a disposición del Juez de Control quien le instruyó el proceso penal 135/2018.

PASILLOS: Playa Vicente es un pueblo marcado por la tragedia desde que en el duartazgo secuestraron a 5 jóvenes (una mujer y 4 hombres) las corporaciones policiacas de Tierra Blanca y los entregaron a los malandros quienes los desaparecieron para siempre.
Ahora, una tragedia igual o peor. Peor, por ejemplo, y guardando toda proporción, porque se trata de tres niñas ultrajadas en nombre del dios evangélico por un pastor vejetetetete de 58 años de edad de nombre José Ramón.
Y más en un tiempo cuando los evangélicos están en la cúspide del poder polí­tico al lado de AMLO, el presidente de la república, quien les ha concesionado una televisora para promover su religión desde “la caja idiota” que así­ llamaba Carlos Monsiváis a la tele.

VENTANAS: El pastorcito de Playa Vicente está ya en las grandes ligas del padrecito Marcial Maciel, aquel que en nombre de Dios ultrajaba a los niños de los seminarios con tanta fogosidad lujurienta que violó a sus propios hijos.
Marcial Maciel, sin embargo, fue condenado por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI a un monasterio para rezar el resto de su vida, en tanto ya se verá el destino penitenciario del evangélico, y a quien acaso le estén aplicando la ley de Talión en el penal Morelos.