Ahora, en Morelos, un joven desempleado de unos 28 años descubrió una mina de oro y lanzó al mercado nacional las figuras del niño Dios con las caras y rostros más inverosí­miles de la vida cotidiana.
Por ejemplo, empezó con las caras de algunos héroes, en ningún momento, patrios o patrióticos como Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas, sino, de los súper héroes como Superman y Batman.
Luego, siguió con niños Dios con los rostros de algunos genios musicales como los Rolling Stones, incluido el Mick Jagger con la lengua más grande de la historia mundial y que parece corbata.
Después, niños Dios con la cara del Anticristo, dando como argumento que si alguien ordena y paga por un niño Dios, ni modo, “el que paga manda” y los hace.
Ahora, y con motivo de la fiesta de la Candelaria diseñó niños Dios con la figura de la virgen de la Candelaria.
Y según parece, también le están pidiendo niños Dios con la cara de uno que otro polí­tico, por ejemplo, de Miguel Barbosa, el famoso gobernador de Morelos con cara de sapo.

DOS. Escarnio de los poderosos
El sociólogo de Cantarranas dirí­a que se viven tiempos inéditos. Por ejemplo:
Por vez primera en la historia, desde su creación con el presidente Lázaro Cárdenas, la casa presidencial de Los Pinos fue abierta a la población para que como parte de una estrategia obradorista exhibir el paraí­so terrenal en que viví­an sus antecesores.
Y más cuando con Enrique Peña Nieto, Los Pinos fue saqueado y se llevaron hasta los tenedores utilizados por Porfirio Dí­az y su fina y exquisita esposa.
También, y por vez primera, y solo para hacer escarnio de las elites priistas y panistas, AMLO rifará un avión presidencial y que para azuzar a la población electoral también lo expondrá como un atractivo turí­stico para que la mitad del mundo y la otra mitad conozcan los lujos del presidente de la república en turno y que, bueno, con tanta frivolidad con que fuer exprofeso diseñado, ni siquiera Donald Trump y Justin Trudeau lo quisieron comprar.
Ahora, cosa inédita, la venta de Niños Dios con la cara de los personajes más famosos del paí­s y del mundo.
Pero…

TRES. La iglesia, encargada del negocio
Pero, bueno, si para el mes de diciembre del año que corre, un ciudadano quisiera un niño Dios con su cara, entonces, ha de pagar entre 400 a 500 pesos que cuesta el diseño, siempre y cuando ordene varias ediciones para regalar a los familiares, compadres, vecinos y conocidos.
Las elites eclesiásticas de Morelos se han tardado demasiado en reaccionar, quizá porque están ocupadas en descarrilar más y más la iniciativa de ley para despenalizar el aborto y aprobar el matrimonio igualitario y la adopción de niños por parte de parejas gay.
Y es que lanzar al mercado niños Dios con la cara de un polí­tico, un artista, un escritor, un activista, un ciudadano común y sencillo significa un agravio a la religión católica.
De entrada, el pitorreo. Luego enseguida, el negocito que están haciendo con la cara del Niño Dios. Y de inmediato, el agravio a las tradiciones religiosas y culturales y sociales.
En todo caso, si la iglesia necesitara mayores ingresos, pues que los sacerdotes y presbí­teros se encarguen de…