Tiroteo policiaco
•Y contra civiles
•En Vega de Alatorre
ESCALERAS: Hay días duros como por ejemplo, el lunes 27 de enero. Ese día, el diablo apareció en Vega de Alatorre. Y el diablo, símbolo del mal, encarnó en unos policías de la Fuerza Civil y quienes según los vecinos dispararon en contra de unas personas que porque se negaron a una revisión carretera.
Entonces, dicen los vecinos, el diablo agredió a las personas hasta con un tiroteo.
Luis Velázquez
Y “mientras son peras o manzanas”, interpondrán, o ya lo hicieron, una denuncia penal por abuso de autoridad, lesiones y omisiones” (Notiver, 28, 1, 2020).
PASAMANOS: Una versión dice que los policías dispararon en repetidas ocasiones.
Otras que los vecinos intentaron huir cuando la poli los quiso revisar y les dispararon.
Y los detuvieron. Y los llevaron a la policía municipal.
Y cuando los familiares se presentaron, incluso, para la atención médica, se los negaron.
También se afirma que los polis guardaron las patrullas, mejor dicho, las escondieron que “para desaparecer la posible evidencia”.
Luego de un zipizape verbal, la poli entregó a los detenidos y los parientes se los llevaron a un hospital para los primeros auxilios.
CORREDORES: Pero el asunto de los agravios a los más elementales derechos humanos está en la cancha pública.
La secretaría de Seguridad Pública, dirá por ejemplo, que en una corporación donde hay más de veinte mil policías, resultan lógicos los abusos pues siempre hay vivales y gente acelerada y de mecha corta.
Ha sido el pretexto socorrido en la historia policiaca de Veracruz y del país.
Es más, la práctica habitual es el reacomodo de los policías agresores al otro extremo de la entidad geográfica cacareando, incluso, que fueron despedidos y hasta privados de su libertad para someterse a proceso penal.
BALCONES: En el duartazgo, por ejemplo, la fama pública de la alianza entre políticos, jefes policiacos, policías y malandros para secuestrar, desaparecer, asesinar y sepultar en fosa clandestina a la población civil.
También quedó en el registro público el secuestro y desaparición de 7, 8 policías de Úrsulo Galván.
Y el secuestro de los 5 jóvenes de Playa Vicente (una mujer y 4 hombres) en Tierra Blanca por elementos policiacos y quienes los entregaron al jefe narco de la plaza.
Y el tiradero de cadáveres en la barranca de la muerte, La aurora, y en donde también arrojaron los cuerpos de policías incómodos.
Y la desaparición de personas en los retenes carreteros donde la policía plagiaba a los conductores y demás tripulantes.
PASILLOS: La fama pública de la policía llega a lo siguiente: si en la banqueta de una calle miras venir a una persona sospechosa de ser un ladrón y en la banqueta de enfrente a un policía, millón de veces seguir caminando del lado del ladrón porque ellos roban y huyen y los policías, roban, madrean, detienen, trasladan a la comandancia y acusan a la persona de ofensas a la autoridad.
VENTANAS: Por eso, el desaguisado en Vega de Alatorre cometidos por los elementos policiacos tripulando las unidades FC2532 y SPV001 significa tirar más gasolina al fuego ciudadano en contra de la secretaría de Seguridad Pública y de los policías municipales.
El asunto está en la cancha y en Vega de Alatorre hay ciudadanos alebrestados, molestos e inconformes y que, en bueno, en caso de quedar en la impunidad, con sus familias votarán en contra de los candidatos de MORENA en el año 2021, pues aun cuando falta mucho tiempo, los abusos del poder nunca se olvidan.
Por fortuna, los agraviados salvaron la vida, pues de lo contrario, Vega de Alatorre sería polvorín.