y “El potrillo”…

ROMPEOLAS: A los once años de edad compuso su primera canción… Se llama “Yo”… En la infancia escuchaba con devoción religiosa las canciones de Cri-cri, El grillito cantor, Gabilondo Soler, originario, por cierto, de Orizaba, allí­ donde sin jugar a la Loterí­a Nacional se sacaron un Boeing 727 y que ya está en el pueblo para convertirse en atractivo turí­stico… José Alfredo perdió a su padre cuando era niño y la madre, con dos hijos más, se trasladó a la Ciudad de México para buscar el itacate y la torta…

ASTILLEROS: Entonces, y luego de tocar varias puertas, José Alfredo tuvo una oportunidad laboral cantando en una estación de radio con bajo rating… Pero luego enseguida, en la estación radiofónica de enfrente, la XEW, advirtieron de su talento y se lo llevaron… Y comenzó su buena estrella… Se trata, claro, de un antecedente singular en la historia, pues, se repite, a duras penas terminó la primaria, pero su inteligencia incandescente era mucho mayor… La mayor parte de los documentales sobre su vida lo retratan en cantinas, pues, incluso, murió de cirrosis hepática a los 47 años, demasiado joven…

ESCOLLERAS: Y es que empinaba el codo como pocos… Incluso, la leyenda cuenta que solí­a escribir sus canciones en las cantinas en un vuelo etí­lico maravilloso… Su sentido del humor era así­: cuando le preguntaban cuántas horas de viaje habí­a tenido de un lado a otro del paí­s contestaba que 3 botellas, 4, botellas, 5 botellas… Y aun cuando le criticaron su alcoholismo, la realidad es que gracias a las botellas escribió las mil canciones y que ningún otro, ni siquiera, vaya, Agustí­n Lara, quien las componí­a en los cabarets y antros de mala y buena muerte, entre otros, en el prostí­bulo de “La bandida”, Graciela Olmos…

PLAZOLETA: José Alfredo fue querendón, muy mujeriego… Por ejemplo, se casó tres veces, pero tuvo multitud de amadas amantes… Y a cada una de ellas le componí­a canciones de amor y desamor, pues también hubo muchas que lo dejaron por su corazón encendido y fogoso… A su primera esposa le compuso unas veinte canciones y quien era unos veinte años menor de edad… A ella le compuso la canción aquella de “Si nos dejan/nos vamos a querer toda la vida”… Nunca fue peleonero ni “de armas tomar”, y por el contrario, y aun cuando tení­a pocos amigos (como sucede a todos en la vida) era muy cariñoso con todos ellos…

PALMERAS: Fue muy amigo de Emilio “El Indio” Fernández quien, incluso, lo dirigió en varias pelí­culas… Además del arte y el cine, los uní­a la vida alegre y festiva… Pedro Infante y Jorge Negrete le pedí­an que les escribiera canciones especiales para que ellos las cantaran... Chavela Vargas fue otra de sus grandes intérpretes y a quien conoció a través de su primera esposa, quien la escuchara cantar en una fiesta particular y los acercó y fueran amigos toda la vida… Una vida de leyenda y el pueblo sigue cantando sus canciones en serenatas y reuniones familiares…