La última reventada fue en Coatzacoalcos.
Otra más en Orizaba, en donde la elite eclesiástica se deslindó del zipizape.
Y otra más en Boca del Rí­o, donde de plano fue suspendida.
En la cancha pública, las elites religiosas, incluidos los evangélicos, enfrentadas a las elites polí­ticas y a los activistas.
Una vez más, el aborto y las bodas gay en disputa.
La confrontación social. La división de la sociedad. La lucha histórica y legendaria entre el bien y el mal, Dios contra Luzbel.