El primer resultado de la 4T (llamada así­ de cariñito a la Cuarta Transformación) está aquí­. Incluso, por más y más que los indí­genas de Chiapas profeticen, a partir del Tren Maya, la 4A, es decir, la Cuarta Aniquilación.
¡Allá ellos que se pudran en el infierno!

PASAMANOS: Apenas, apenitas, el año anterior, el primero de AMLO en Palacio Nacional, las Universidades AMLO fuero anunciadas.
Y desde ahora, menos de un año y medio, el cuerpo académico y los directores y el Rectorado festinen las primeras generaciones.
Ojo, los creadores de empleos (industriales, empresarios, negociantes, comerciantes y trasnacionales) han de revisar Bolsa de Trabajo.
Pero más aún, frenarse en caso, digamos, de que como sucediera en el duartazgo con la Universidad Popular Autónoma de Veracruz cuando publicaron anuncios en la prensa escrita notificando que tení­an plazas disponibles…, pero menos para los egresados de la UPAV.

CORREDORES: Las universidades públicas preparan profesionales en 5 años. Otras, patito, en 4 años.
Hasta hace poco, solo en la Academia Pitman formaban profesionales en 2, 3 años. Ahora, también en las Universidades AMLO.
Es decir, más que una 4T, una revolución educativa singular, fuera de serie, extraterrestre, que nunca imaginó el hippie Enrique Peña Nieto con su secretario de Educación Pública estrella.
3 años bastarán a la 4T para formar, incluso, ingenieros petroleros, como en la Uni de Poza Rica, listos, digamos, para contratarse en el complejo petrolero de Dos Bocas, Tabasco.
Casi casi, digamos, de Poza Rica, Veracruz, para Tabasco cerrando el ciclo laboral.

BALCONES: El dí­a cuando las Universidades AMLO fueron lanzadas los académicos como el maestro Carlos Ronzón Verónica detectaron que estaban sin planes ni programas de estudio y sin materias básicas y fundamentales y sin currí­culo.
Ahora, sorpresas que da la vida, la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional ni los campus del Tecnológico de Monterrey recobrarán la respiración sabiendo que las Uni AMLO tendrán ya, antes de que el gallito cante tres veces en el palenque, egresados, y con chamba segura y bien pagada.

PASILLOS: ¡Bendito Dios! Y más, porque muchas de ellas están ubicadas en las regiones indí­genas, como la Uni Benito Juárez en la región de Huayacocotla, en el norte de Veracruz, en la Sierra Madre Oriental.
Y mucho más porque de acuerdo con la estadí­stica de cada cien niños egresados de la escuela primaria solo diez llegan a la universidad y solo uno se titula.
Con las Uni AMLO todos podrán, claro, estudiando las carreras profesionales ofertadas por ellos.
Las Uni, a la puerta de la casa y a la vuelta de la esquina.

VENTANAS: ¡Tengamos fe! Muchos años pasaron para que, por ejemplo, la UNAM y el Tec de Monterrey se prestigiaran en el paí­s y el mundo.
Ahora solo faltarí­a, acaso ya esté considerado, que el gobierno de AMLO amarre buenos candados para garantizar que en el próximo sexenio, las Uni sobrevivan, primero, si el sucesor es de MORENA, y segundo, si es de un partido de oposición, vayan a salir con que terminaron como ”˜patitos”™.
Y es que si AMLO sigue evidenciando todas las polí­ticas públicas de sus antecesores, salvo Lázaro Cárdenas, Francisco I. Madero y Benito Juárez, entonces, nada fácil que “con la vara que mides… serás medido” como reza el relato bí­blico.