Se ignora (sabrá el chamán si el efecto social habrá sido medido) si las loas de AMLO a Cuitláhuac abonan y alimentan la confianza ciudadana en el góber.

PASAMANOS: Nadie es honesto por decreto. Y menos, cuando el nepotismo y la compra por dedazo de patrullas policiacas y medicinas y la asignación del 55 por ciento de la obra pública en el año anterior fue para empresas foráneas.
Pero AMLO insiste. Cuitláhuac es honesto.
La población electoral se pregunta, por ejemplo, si habrá necesidad de tantos halagos?
Será acaso respiración artificial?
¿Creerá AMLO que enalteciendo “la honestidad valiente” de su góber logrará el milagro de Jesús y sus apóstoles de resucitar a los muertos?

CORREDORES: La mera verdad ya choca. Fastidia.
En todo caso, si el góber es honesto se trata de un requisito inevitable, insoslayable, en la vida pública.
Y más, luego de tanta corrupción en la historia nacional que puso al paí­s en el primer lugar de corrupción en América Latina y en uno de los primeros lugares en el mundo.
Incluso, y más luego de que Enrique Peña Nieto clasificó al ex gobernador Javier Duarte como el polí­tico más corrupto del siglo XXI.
Y más luego de tantas denuncias penales (todas improcedentes al momento) del gobierno de Veracruz en contra de Miguel íngel Yunes Linares y los suyos.

BALCONES: Todaví­a peor: en cada gira de AMLO cuando repite y repite que Cuitláhuac es honesto, solo se vuelve noticia en los medios afines, aquellos que tienen “un convenio chiquito, muy chiquitito”.
Pero de ahí­ pa´lante, ni siquiera los reporteros de la fuente consideran la declaratoria de honestidad como una referencia noticiosa.
AMLO , sin embargo, dice que un polí­tico ha de repetir su discurso hasta que la población electoral se convenza.
Quizá por eso mismo repite y repite.
Dí­a llegará, no obstante, cuando un disidente del PRI, PAN y PRD, entre otros, por ejemplo, le diga: “¡Ya cállate, chachalaca!”.

PASILLOS: Con tanto incienso, el góber jarocho de AMLO se ha elevado a las alturas.
Y por eso mismo ha creado y recreado su mundo color de rosa y entre otras cositas, decreta que los incendios forestales ya se acabaron y que la ola de violencia va a la baja y que los robos y asaltos desplomaron y que los asesinatos de hombres y mujeres está bajando y bajando.
¡Hosanna, hosanna!

VENTANAS: Mientras el presidente de la república esté convencido, como parece, de que su góber jarocho es un polí­tico honesto, es suficiente.
La regla de oro de la polí­tica es así­:
En tanto el polí­tico esté bien con el dios terrenal, el jefe máximo, los ángeles y querubines podrán emberrincharse, pero serán tontos soñando con volcar de un puntapié el vagón de un ferrocarril. “Se les cebarᔝ, dijo el góber a partir de la iniciativa de ley Érika-Éric.
De nada servirá. Ningún efecto social causará. Si dios me bendice, los quisquillosos pueden seguir despotricando.
Así­ fue en el priismo y el panismo, y en MORENA. Nada, entonces, ha cambiado. Incluso, los indí­genas de Chiapas dicen que en vez de la 4T (Cuarta Transformación) habrá la 4A (Cuarta Aniquilación).