a Donald Trump, tiempo aquel cuando hablara de declarar terroristas a los carteles buscando un pretexto para invadir el paí­s.

LUNES
Pan y palo
El discurso del góber estuvo cargado de parabienes para los suyos, sus aliados. Hasta palabras de cariño y ardor patrio asegurando que el secretario General de Gobierno es un hombre probo, honesto, honrado, impoluto…, a prueba de bomba y nunca agarrarí­a el dinero público para comprar terrenos y casas o mansiones en Baja California como en su momento denunciara el diputado local disidente de MORENA, Magdaleno Rosales Torres.
En defensa de su secretario de Salud, el góber descubrió un complot de los conservadores con la foto aquella donde el titular asestaba un besito a un chico sureño y aseguró que se trataba de un montaje de los chairos del mal.
Y alertó a los enemigos de que la SS era ocupada por un polí­tico bragado y peleador callejero.
Y al mismo tiempo, sorpresas que da la vida, frí­o y cerebral, como en el caso de la excontralora, quien luego de su rechazo pasional al nepotismo lavando el nombre de los Eleazares Guerrero y que van desde el góber hasta el gabinete ampliado con la familia en la nómina, renunció a Leslie Garibo, nombró a una sustituta y se pitorreó de ella diciendo que irí­a a otro cargo público.
Nunca, y por desgracia para la rendición de cuentas, se conocieron las razones del despido humillante

MARTES
“Lavarse las manos”
Estilos de gobernar, Cuitláhuac Garcí­a defiende a los suyos evitando que sean expuestos o se expongan en la cancha pública en una lucha de cuerpo a cuerpo.
Por ejemplo, cada vez que los chairos se lanzaron contra algunos secretarios del gabinete siempre el góber jarocho “tiraba su espada en prenda” por ellos.
Y ellos, agazapados en su cueva sin asomarse a la superficie como era, digamos, caracterí­stica y estrategia del topo polí­tico de Carlos Marx.
El más beneficiado con tal estrategia fue el secretario de Salud (el Secretario Besucón le llamaron en las redes sociales) pues nunca salió al aire creyendo que la palabra del góber era suficiente para conservar honor y prestigio.
Es más, el secretario General de Gobierno, fiel a su estilo, dejó pasar unos dí­as y entonces, salió a la hoguera pública, como cuando revirara al diputado Magdaleno que es un polí­tico con la honestidad valiente por delante, y nunca, en sus peores tiempos económicos y sociales tomarí­a dinero ajeno.
Así­, y para redondear su estilo de ejercer el poder, el góber ordenaba al secretario de Educación, Tarzan Boy, el hombre de la selva, que arreciara con más denuncias penales en la Fiscalí­a a su antecesor, Miguel íngel Yunes Linares.

MIÉRCOLES
Papá gallo defiendo a pollitos
Otro estilo personal de Cuitláhuac es, parece ser, la durabilidad del gabinete legal.
Por ejemplo, en un año solo una mujer, Leslie Garibo, fue expulsada del paraí­so terrenal. Y en contraparte, Javier Duarte removió y destituyó a 85 funcionarios sin nunca rendir cuentas.
Es decir, un promedio de catorce por año.
Duarte trascendió en la historia local como un polí­tico inestable. En todo caso, berrinchudo. Impulsivo. Lleno de coraje. Vengativo. Y aun cuando en la lógica significaba que cada vez estaba más aislado, muchos priistas siguieron tocando puertas para ser admitidos en su equipo hasta que Enrique Peña Nieto le retiró su apoyo y expuso en el tendedero nacional como el más corrupto del paí­s.
Cuitláhuac ha mantenido al 90 por ciento del gabinete. Y cuando en repetidas ocasiones los chairos (polí­ticos y medios) aseguraron que él mismo serí­a renunciado y/o algunos miembros del gabinete, salió en defensa de ellos.
Papa gallito defendiendo a sus pollitos.

JUEVES
Planchar a disidentes
Por lo general, el polí­tico encumbrado suele planchar a la disidencia, a los crí­ticos.
Por ejemplo:
La fama pública registra que Fidel Herrera Beltrán endulzó el oí­do y la miel del diputado local de entonces, Atanasio Garcí­a, y a quien como lí­der en aquella Legislatura, le dio “hacha, calabaza y miel” y puso la izquierda al servicio del góber priista.
Rojos se volvieron las tribus del PAN y PRD cuando entonces los jefes máximos eran Enrique Cambranis y Rogelio Franco Castán en el tiempo fidelista.
Quizá la más alta expresión de aquel cambio de piel fue con el panista Gerardo Buganza Salmerón cuando renunciara al PAN irritado con Felipe Calderón Hinojosa por imponer a Miguel Angel Yunes Linares como candidato a gobernador y emberrinchado, renunciara al partido azul y asegurara que del “triunfo de Javier Duarte me encargo yo” y a cambio Duarte le concesionaria las secretarí­as General de Gobierno y de Infraestructura y Obra Pública.
Yunes también endulzó los dí­as y las noches de Pepe Mancha y lo ungió lí­der estatal y traicionó a su amigo Ví­ctor Serralde.
El poder polí­tico, para cooptar a los adversarios.
¿También el góber jarocho de AMLO habrá rasurado a los disidentes y enemigos como parte del estilo personal de gobernar?

VIERNES
Disidentes aturdidos
Cosas del ejercicio del poder: los Malenos, por ejemplo, quedaron aturdidos con las jugadas del góber jarocho. Y en tanto, salvo “El dos del palacio”, reducido “a tirar incienso” a Cuitláhuac, ninguna otra figura pública del gobierno de Veracruz creció en materia polí­tica y social en el primer año.
Ninguna. Las candilejas y los titulares solo, exclusivamente, para el jefe máximo. El tlatoani local. El Veracruz de un solo hombre, ¡Ay, Antonio López de Santa Anna del siglo XXI!
De acuerdo con el dí­a con dí­a, el mundo polí­tico marrón está dividido en un par de tribus: los amigos y los enemigos, un catálogo muy apreciado por el góber fifí­, salsero y catrinero, sus pasiones primordiales.
Casi casi como dijera Ronald Reagan, convertido de actor vaquero en presidente de Estados Unidos: “Estás conmigo o estás contra mí­!.
Éric Cisneros ensalzó su querencia por Cuitláhuac declarándolo, digamos igual que AMLO, el polí­tico más honesto en la historia de los 78 gobernadores que han ocupado la silla embrujada del palacio.
Y con tanto incienso, todo ser humano levita y sigue gravitando en la galaxia polí­tica.
Son estilos del poder. Los caminos de la polí­tica son misteriosos dice el politólogo del rancho. “La verdad os hará libres” solí­a repetir ufano Javier Duarte creyendo que significaba su más alto descubrimiento filosófico.